Este artículo se publicó hace 15 años.
Cayo Lara aboga por "tomar la calle" para apartar al Gobierno del neoliberalismo
El coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara, ha reiterado hoy que la izquierda política y social "debe tomar la calle" para "apartar de la senda del neoliberalismo" a un Gobierno que ante la crisis "titubea e improvisa", como lo demuestran las dudas al aprobar el subsidio de 420 euros a los desempleados.
Cayo Lara ha participado hoy en un desayuno informativo del Fórum Nueva Economía, al que han asistido dirigentes de Izquierda Unida como Gaspar Llamazares, Inés Sabanés, Gregorio Gordo o Joan Josep Nuet, el socialista Pedro Zerolo o el secretario general de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo.
Lara ha advertido de la "necesidad vital" de que el Gobierno corrija sus políticas "por la izquierda" y para ello la izquierda política y social debe jugar un papel fundamental, incluso echándose a la calle.
"No debemos resignarnos a que nadie, por persistir en el error de no molestar al poder económico real del país, nos pueda arrastrar en su caída", ha avisado, porque luego le sustituiría aquellos que "como único mérito aportan una trama -la Gürtel- que es el descrédito de la democracia y el paradigma de la ambición".
Para el líder de IU, es imprescindible que el Gobierno socialista acometa cambios en el modelo productivo, en la fiscalidad, en la inversión al desarrollo o en la política de vivienda, y lidere un proyecto global contra la crisis esperanzador, porque "de la desesperanza sólo saca partido la derecha".
Por eso, ha arremetido contra los Presupuestos Generales del Estado para 2010 porque en la actual coyuntura "es un grave pecado reducir el gasto social".
También ha exigido al Gobierno que impulse una reforma fiscal progresiva y que combata el fraude fiscal "y la tolerancia social al mismo", porque "engañar a la Hacienda Pública no puede convertirse en el deporte nacional: se estafa a toda la ciudadanía y se debilitan los servicios públicos".
Ha considerado necesario además recuperar la Banca pública para que intervenga en los mercados financieros y que garantice liquidez a las pymes, en vez de la figura de los "facilitadores de crédito" que anunció la pasada semana la vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado.
Y, entre otras medidas económicas, ha pedido que se deje de salvar a la banca privada, que "no está colaborando para salir de la crisis" pero en durante la recesión "ha tenido más de 6.000 millones de beneficios", o que el Banco de España no sea "el mascarón de proa de tesis neoliberales", sino que controle el sistema financiero y evite casos como el de Caja Castilla-La Mancha.
No se ha librado de las críticas el PP, al que ha recriminado su actitud "esperpéntica" de acusar al Gobierno de no reconocer la crisis cuando sus dirigentes niegan una supuesta trama de corrupción y arremeten contra policías y jueces por investigar el caso Gürtel.
"Los problemas de la corrupción hay que abordarlos yendo al fondo de sus causas, que no son los trajes de Camps" ha apuntado.
Respecto al relevo en la Presidencia de Caja Madrid, ha señalado que es una decisión que parece tener más que ver con quién va a ser el candidato del PP a las elecciones generales de 2012, y ha opinado que "es triste" que se supedite el nombramiento no al desarrollo de la obra social de la entidad, sino a una "lucha interna durísima por el poder en un partido".
Finalmente, ha pedido mayor transparencia en las cuentas de la Casa Real, en cómo gasta la partida asignada en los Presupuestos y en su patrimonio, porque los representantes públicos deben tener "los bolsillos de cristal y las manos limpias".
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