Este artículo se publicó hace 12 años.
Las celebraciones del Año Nuevo Lunar iluminan la noche de Hong Kong
Hong Kong vive hoy, segunda jornada del Año del Dragón, el día central de las celebraciones de la llegada del nuevo año lunar con la explosión de fuegos artificiales que iluminará de luz y sonido en la media noche durante veinte minutos el puerto de Victoria.
Medio millón de explosiones de color y sonido encenderán el cielo a ambos lados del puerto Victoria como cénit a dos semanas festivas que incluyen numerosos desfiles por los diversos barrios, el primero de ellos y más tradicional el de la madrugada de ayer bajo el lema "Ciudad del mundo, ciudad de fiesta".
El colorido escaparate quiere cumplir así el objetivo de reflejar la diversidad de Hong Kong, "en términos de nuestra rica cultura, tradiciones y atractivos turísticos muy diversos", explicó el secretario de Finanzas del gobierno de Hong Kong, John Tsang.
Más de treinta carrozas y comparsas procedentes de una docena de países, entre ellos el Reino Unido, Japón y Moldavia, han recorrido ya el popular distrito turístico de Tsim Sha Tsui.
Como tercer día del año, también comenzarán hoy a medianoche las carreras de caballos en el hipódromo de Sha Tin, una de las tradiciones más populares de Hong Kong.
Los habitantes ven en la cita una oportunidad para intentar recuperar parte de los gastos de estas fiestas con las apuestas.
Durante el fin de semana, Hong Kong comenzó a celebrar las festividades de este año del Dragón con los tradicionales mercados de flores y plantas en 14 parques donde adquirir los adornos para los hogares que acogen las celebraciones en familia.
El parque Victoria, el mayor de Hong Kong permaneció abierto toda la noche en la víspera del Año Nuevo ofreciendo flores de durazno, crisantemos, narcisos, orquídeas y árboles de mandarina en macetas, que según tradición, traen suerte y prosperidad.
En los barrios se instalaron teatros de bambú donde se representa ópera cantonesa, exposiciones, cine clásico y festivales de linternas chinas en diferentes puntos de la ciudad durante días.
Los adivinos y videntes encuentran en las festividades gran clientela pues son muchos los que acuden a ellos para saber que les deparará el año recién comenzado.
En los templos repartidos por la ciudad, los fieles acuden a orar y pedir que la buena suerte les acompañe durante el año mientras que las clásicas atracciones turísticas de la ciudad no viven ajenas a las celebraciones como Disneylandia.
El parque temático de Ocean Park o la cima del teleférico Npong Ping 360, entre otros, ofrecen a sus visitantes procesiones del dragón, desfiles con música y danzas tradicionales ya que el número de turistas registró un máximo histórico con más de 1.000 vuelos de llegada a Hong Kong en vísperas del Año Nuevo.
La bolsa de Hong Kong, el Hang Seng, tampoco se quedó ajena a las predicciones que el calendario chino implica, y publicó antes de cerrar para las fiestas la 18 edición del "Índice de Feng Shui", o predicción de los mercados para el año basada en el zodiaco chino.
Según CLSA Asia-Pacific Markets, una de las mayores firmas de inversión y servicios financieros independientes que opera en Hong Kong, encargada de su publicación, el Año del Dragón será especialmente bueno para empresas que trabajen en los sectores de transporte, turismo, servicios, carbón, propiedad y agricultura.
CLSA cree que el año comenzará lentamente para la bolsa de Hong Kong, pero en agosto se iniciará una carrera ascendente.
El dragón es la única criatura en el zodiaco chino de doce animales que no existe en la vida real y, de acuerdo con la tradición china, suele traer acontecimientos importantes, como se recuerda en Hong Kong sucedió en 2000, otro año de ese signo en el que estalló la burbuja de Internet.
Si el dragón simboliza la buena suerte, la buena fortuna y la prosperidad, el Feng Shui (viento y agua) es la práctica de la organización de los objetos y la elección de fechas para mejorar la suerte. Muchos negocios en Hong Kong se rigen por sus principios, que se remontan a miles de años.
También puede incluir la colocación de dos leones de piedra en la entrada principal del edificio para defender la riqueza del interior o fuentes en vestíbulos y patios para atraer la energía del agua, antiguo símbolo de la abundancia.
Isabel Fueyo
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