Este artículo se publicó hace 14 años.
Charles Darwin procedía de África
Los antepasados de Charles Darwin moraron en África hace 45.000 años, según las conclusiones del Proyecto Genográfico presentadas hoy en Sídney.
El viaje hacia el pasado de los expertos fue posible gracias al estudio del ADN del tataranieto del autor de "El origen de las especies", Chris Darwin, quien reside en Australia.
"Una parte del cromosoma Y de cada hombre, llamada 'región que no se recombina", contiene una información genética exacta a la del padre, el resto cambia en cada generación", explicó Lisa Matisoon Smith, la investigadora principal para la región de Oceanía, durante la presentación.
Matisson añadió que la "región que no se recombina" sufre alteraciones por eventos de mutación aleatorios y estos cambios se convierten en marcadores genéticos.
"Al seguir el marcador genético desde la actualidad hasta su origen, se puede determinar cuál es el antecesor común de todos los hombres vivos portadores de ese marcador", detalló la científica.
El director del proyecto, Spencer Wells, manifestó que la lectura de los marcadores de Darwin permite descubrir el viaje que hicieron los antepasados del científico inglés.
"Emigraron del nordeste de África hacia el norte o hacia Oriente Medio y posteriormente se trasladaron a Europa", aseguró Wells.
Otra conclusión a la que han llegado los especialistas de todo el mundo que participan en este programa liderado por National Geographic e IBM es que la humanidad desciende de un mismo antepasado, un africano que vivió hace 60.000 años.
Aunque las mujeres carecen de cromosoma Y, tienen ADN mitocondrial que atesora el ADN de la madre y marcadores.
El científico español David Comas, de la Universidad Pompeu Fabra y el investigador principal para la zona de Europa Central y Occidental, explicó a Efe que el objetivo de la iniciativa, que se ha dividido en tres apartados, es determinar las migraciones humanas desde el origen hasta la actualidad, basándose en datos genéticos.
"Proyecto Público" recoge muestras de ADN de personas interesadas en conocer el viaje efectuado por sus antepasados, a cambio de una suma de dinero.
"Proyecto de Investigación" busca ejemplos determinados de una parte de la población de cada país.
"En España, por ejemplo, hemos recogido muestras de 600 personas, porque en todo Europa recogeremos un total de 10.000", apuntó el catalán Comas.
Señaló que hay poblaciones que viven en lugares remotos, otras no tienen un acceso tan fácil a los medios de comunicación o a Internet, y también tienen que asegurarse de que se incluye una representación de tribus indígenas.
Cierra el organigrama el "Fondo para el Legado" (Legacy Fund), adonde se destina el dinero recaudado en la primera fase y que permite financiar proyectos de protección de poblaciones humanas en peligro de desaparecer.
Comas manifestó que el Fondo, que se realiza con asesoría de los pueblos indígenas involucrados, que no tienen que participar en el proyecto para beneficiarse de las ayudas, recoge culturas, tradiciones, conocimientos sobre plantas, lenguas, canciones y cuentos, entre otras cosas.
Los datos recogidos son anónimos, aseguró por su parte Spencer Wells, y están a la disposición de la comunidad científica internacional.
El investigador español opinó que la información que recaban dará lugar a numerosas investigaciones desde otros sectores científicos.
Y sugirió que la documentación es relevante tanto para el estudio del cambio climático, la lingüística o la arqueología, es como abrir una nueva caja de Pandora.
Mónica Garriga
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