Un hombre de unos 60 años que se dedicaba a la recogida de chatarra murió hoy al explotar un artefacto que manipulaba junto a una furgoneta aparcada a la altura del número 10 de la calle de Alberca de Záncara, en el distrito madrileño de Carabanchel, informó a Efe la Jefatura Superior de Policía.

Las primeras investigaciones apuntan a que se trata de un accidente, adelantaron las mismas fuentes.

La explosión se produjo sobre las 14.55 cuando el chatarrero, que estaba acompañado por otro hombre, manipulaba un artefacto en la parte trasera de una furgoneta Iveco blanca, matrícula M-3339-ZL, aparcada en batería en la citada calle y con las puertas de atrás abiertas.

Como consecuencia de la onda expansiva el fallecido, cuya identidad aún no ha trascendido, salió despedido y quedó tendido en la calzada, mientras que su compañero resultó ileso.

Cuando llegaron al lugar los facultativos de una UVI móvil del Samur-Protección Civil sólo pudieron confirmar la muerte del chatarrero, que tenía la cabeza "destrozada" y había sufrido pérdida de masa craneoencefálica.

Las puertas traseras de la furgoneta quedaron ennegrecidas por la explosión.

La policía acordonó la zona rápidamente, a la que acudieron una dotación de bomberos del Ayuntamiento de Madrid y los 'tedax' del Cuerpo Nacional de Policía, que inspeccionaron el vehículo para analizar el artefacto explotado.

Según un vecino de la zona, los dos hombres habían estado recogiendo por la mañana objetos de un cuartel de paracaidistas, y el artefacto que explotó podría tratarse de un aparato con gas dentro, extremo aún no confirmado por la policía.

"Fue como al detonación de un arma de fuego", señalaron a Efe algunos vecinos que en la calle que oyeron la explosión.

El juez ordenó el levantamiento del cadáver, que fue trasladado a las 17.30 al Instituto Anatómico Forense de Madrid.