Chaves y Blanco aúnan esfuerzos para apaciguar al tripartito catalán

El encargo apremiante de José Luis Rodríguez Zapatero para apaciguar las aguas políticas de Catalunya, cuyo riego afecta a la estabilidad parlamentaria del Gobierno, no sólo lo tiene el vicepresidente tercero, Manuel Chaves, responsable de Política Territorial. También el ministro de Fomento y vicesecretario general del PSOE, José Blanco. Ambos suman esfuerzos y competencias, según se puso de manifiesto ayer en el Pleno del Congreso de los Diputados.

Ante la práctica imposibilidad de cerrar el acuerdo sobre el sistema de financiación autonómica antes del debate sobre el estado de la nación previsto para los días 12 y 13, sin abandonar el objetivo principal el Gobierno ha decidido acelerar transferencias recogidas en el Estatut. Tanto Chaves como Blanco ratificaron con toda solemnidad el compromiso de "cumplir el Estatut en todos sus términos", en palabras del vicepresidente, o "de la A a la Z", en expresión del ministro.

El ministro de Fomento promete «cumplir el Estatut de la A a la Z»

El vicepresidente, que horas después se reunió con el conseller Joan Saura para negociar traspasos pendientes, subrayó que su entrevista con el presidente de la Generalitat, José Montilla, "ha servido para desbloquear las negociaciones".

"Los últimos escollos"

Pero el anuncio significativo lo hizo ayer el ministro de Fomento, quien aprovechó una interpelación de CiU sobre el sistema ferroviario catalán para adelantar que el día 7 viajará a Barcelona para "desbloquear los últimos escollos" y "poner punto final" al traspaso de Cercanías.

Blanco replica a CiU que con Zapatero y el PSC se triplicó la inversión

Blanco no se limitó a anticipar la resolución de una de las principales reivindicaciones del Gobierno tripartito de Catalunya, sino que asumió también el papel de responder políticamente a CiU, para satisfacción de los diputados del PSC, que le premiaron con aplausos entusiastas.

El diputado de CiU Pere Macias, aunque conjugó en su intervención la crítica con la mano tendida al acuerdo, dijo que Catalunya se ha visto "castigada" en las inversiones ferroviarias y Blanco no dejó pasar por alto este juicio. "No puedo aceptar que diga que se ha castigado a Catalunya cuando se ha hecho la mayor inversión pública que jamás se ha hecho en la historia", respondió el ministro, esgrimiendo cifras para desmontar los intentos de CiU de aparecer como el partido catalán con más capacidad de obtener beneficios para aquella comunidad.

De acuerdo con sus datos, con los gobiernos de Zapatero se ha invertido un tercio más 9.877 millones frente a 6.300 entre 1996 y 2003 que con los de José María Aznar, que, según recordó, coincidieron en el tiempo con CiU en la Generalitat. "En el recuerdo del pasado van a perder", advirtió al portavoz nacionalista, para añadir que en la modernización de Cercanías se va a producir "una ingente movilización de recursos", que cifró en 4.000 millones.

Blanco asumió también el compromiso de "concluir antes de que finalice la legislatura toda las obras" del Corredor del Mediterráneo, aunque se remitió a un acuerdo previo con los presidentes de Catalunya, Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía. "En infraestructuras no todo se puede hacer al mismo tiempo. Hay que priorizar y elegir los grandes objetivos nacionales", alegó. Además, reiteró que, como dijo el día anterior el presidente en el Senado, el Gobierno está empeñado en que esta obra se incluya como proyecto "prioritario" de la Unión Europea para las redes transeuropeas.

ERC amenaza con "plantarse"

Si Blanco encaró a CiU, otro tanto hizo Chaves con ERC. Su portavoz, Joan Ridao, advirtió de nuevo que su partido se "plantará" si no le satisface la oferta sobre financiación autonómica y afirmó que "Zapatero no tiene modelo de Estado". Chaves respondió que "la España plural" no es un mero eslogan, como dijo Ridao, y reivindicó el papel fundamental de los socialistas en su construcción.