Este artículo se publicó hace 15 años.
China cesa a cargos locales de Xinjiang tras los disturbios
China destituyó el sábado al máximo responsable de Urumqi, capital de la región noroccidental de Xinjiang afectada por los disturbios, mientras la ciudad volvía a una tensa calma después de días de protestas que han incitado las hostilidades entre comunidades étnicas.
También fue cesado el jefe de policía de Xinjiang, según la agencia oficial de noticias Xinhua. Liu Yaohua, director del Departamento de Seguridad Pública Autónoma Regional de Xinjiang, fue reemplazado por Zhu Changjie, jefe de la prefectura de Aksu, indicó la información.
Los breves anuncios de Xinhua no explicaron por qué el jefe del Partido Comunista de Urumqi, Li Zhi, fue despedido y sustituido por Zhu Hailun, líder del comité de ley y orden de Xinjiang.
Li estuvo a cargo de la ciudad durante los mortales disturbios étnicos entre chinos han y uigures el 5 de julio, cuando al menos 197 personas perdieron la vida, en su mayoría han que murieron a manos de uigures.
La remota ciudad noroccidental se encuentra bajo estrictas medidas de seguridad después de tres días de nuevos disturbios esta semana, cuando miles de habitantes protestaron por una serie de ataques con jeringuillas de los que culparon a uigures, una comunidad musulmana que asegura que la región es su tierra natal.
Las autoridades han señalado que cinco personas murieron en las protestas del jueves, pero han dado pocos detalles al respecto.
Las destituciones se produjeron mientras Urumqi volvía a un estado parecido a la calma, poniendo fin a una semana en la que se ha visto a multitudes de chinos protestando contra los máximos funcionarios comunistas de la región.
PERSISTEN TENSIONES
Los soldados utilizaron gases lacrimógenos el sábado para dispersar a una multitud en su mayoría de chinos han que se reunió cerca de las oficinas del Gobierno en Urumqi, según mostraron imágenes de televisión por cable en Hong Kong.
Sin embargo, en otras partes de la ciudad, las tiendas, los autobuses y las calles comenzaron a volver a la vida, vigilados por miles de policías y soldados antidisturbios, muchos de ellos para evitar que chinos han entraran en barrios de uigures.
Los rumores sobre los ataques con jeringuillas persistieron el sábado. Decenas de chinos han cerca del centro de la ciudad se quejaron de que las tropas se llevaron a un uigur acusado de atacar a un niño.
Los disturbios alarmaron a la administración central a menos de un mes de que China celebre el 60 aniversario de la fundación del Gobierno comunista y las autoridades han calificado los asaltos con jeringuillas como un complot separatista de uigures.
"Los saboteadores podrían estar planeando más disturbios para crear una sensación de inseguridad en la cuenta atrás del país para su gran celebración del 60 aniversario", dijo un editorial en el China Daily, el periódico insignia chino en inglés.
Al menos 197 personas murieron en Urumqi el 5 de julio cuando una protesta terminó en mortales disturbios que China calificó como un ataque separatista. La mayoría de los fallecidos eran chinos han y en las últimas protestas éstos han expresado su indignación por el hecho de que los uigures acusados de los incidentes aún no hubieran sido juzgados.
La población de Xinjiang está formada por 21 millones de personas y la mayoría de los habitantes de Urumqi son han.
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