Este artículo se publicó hace 12 años.
China no pagará por contaminar en Europa
Desde el 1 de enero, la UE exige que las aerolíneas paguen por el 15% de sus emisiones de CO2
China abrió ayer la caja de los truenos al prohibir oficialmente a todas sus compañías aéreas pagar las cuotas de emisiones de CO2 que exige la Unión Europea (UE) desde el 1 de enero.
Pekín considera ilegal esta regulación, que obliga a las aerolíneas a pagar un peaje medioambiental por atravesar su espacio aéreo en todos los vuelos con origen o destino en Europa. Este desplante podría iniciar una guerra comercial entre Pekín y Bruselas justo ahora que ambos necesitan entenderse por el bien de sus respectivas economías.
Pekín asegura que la cuota de la UE infringe su soberanía nacional
China ya mostró su rechazo frontal a la tasa a finales de diciembre, cuando fue aprobado el dictamen. Según Pekín, la cuota "infringe la soberanía nacional, viola los tratados de aviación internacionales y conducirá a una batalla comercial" en el sector. El mismo subsecretario de la Asociación del Transporte Aéreo de China, Chai Haibo, reclamó entonces al Gobierno "contramedidas comerciales" contra la UE.
El dictamen especifica que las aerolíneas pueden emitir sin cargo el 85% del dióxido de carbono registrado en 2010 y deben pagar por el 15% restante. Las compañías que no paguen serán multadas con cien euros por cada tonelada de dióxido liberada a la atmósfera.
En riesgo la licenciaLas compañías que no paguen serán multadas con cien euros por tonelada
Los que incumplan la norma reiteradamente podrían incluso ver revocada su licencia para operar en los aeropuertos europeos. Las grandes aero-líneas chinas calculan unas pérdidas de 97 millones de euros este año y hasta el triple en 2020. Estados Unidos, India y otra quincena de países también han protestado contra la medida.
Además de rechazar el pago de la tasa, Pekín prohibió ayer a sus aerolíneas que encarezcan el precio de los billetes para compensar esta medida, por lo que, al menos en teoría, los ciudadanos europeos no tendrán que hacer un esfuerzo extra para viajar a China.
Sólo la urgencia de tender puentes puede evitar una escala diplomática y comercial entre China y Europa.
La semana pasada, en el marco de la visita de la canciller alemana, Angela Merkel, a China, el primer ministro, Wen Jiabao, confirmó la voluntad de inyectar capital en la eurozona. En un momento de transición económica interna, China no puede permitirse dejar morir a su principal cliente.
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