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China se revuelve contra EEUU por su presión al yuan

El primer ministro chino rechaza revaluar la divisa nacional

ANDREA RODES

El primer ministro chino, Wen Jiabao, rechazó ayer que la divisa china esté infravalorada y criticó a los países que, como Estados Unidos, presionan a China para que aprecie el yuan con el único fin de favorecer sus propias exportaciones, una tendencia que calificó de 'proteccionista'.

En una rueda de prensa de más de dos horas para clausurar la Asamblea Nacional Popular (ANP, el legislativo chino), Wen volvió a defender la política cambiaria de su Gobierno ante las reiteradas acusaciones de la Administración de Barack Obama de estar manipulando a la baja el valor del yuan para hacer más competitivas las exportaciones chinas. Wen defendió que el yuan 'no está infravalorado' y que su estabilidad en el último año y medio ha ayudado a la recuperación de la economía global. Sin embargo, políticos y analistas estadounidenses y europeos creen que el tipo de cambio está creando graves desequilibrios comerciales. Paul Krugman, premio Nobel de Economía, calcula que si China dejara de limitar el valor de su divisa, el crecimiento económico mundial podría ser 1,5 puntos más alto.

Políticos de EEUU creen que el tipo de cambio daña el crecimiento global

Wen recordó que China sigue siendo el mayor destino de las exportaciones de EEUU y Europa, por lo que una mayor presión para que se aprecie el yuan 'no ayudará'.

Lo que el primer ministro no dijo es que tiene otra arma para presionar a EEUU: su país atesora, sólo por detrás de Japón, las mayores reservas de deuda pública estadounidense en dólares del mundo, (895.000 millones de dólares, 650.000 millones de euros) y en diciembre estuvo vendiendo títulos.

China tiene armas de presión: atesora deuda pública estadounidense

Pese a todo, el dirigente chino no descartó la posibilidad de que la moneda vaya a apreciarse y repitió que su Ejecutivo seguirá trabajando en la reforma del sistema cambiario 'de acuerdo con las condiciones económicas nacionales'.

Los analistas internacionales también han detectado algunos signos en la economía china que pueden llevar a una apreciación del yuan, como la necesidad de controlar el riesgo de sobrecalentamiento y de inflación, que en febrero alcanzó el 2,7% .

El Gobierno chino prevé un crecimiento económico superior al 8% en 2010, una cifra 'moderada' frente a los incrementos de dos dígitos logrados hasta 2008, pero por encima del mínimo que Pekín considera necesario para garantizar el orden social.

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