Este artículo se publicó hace 17 años.
Chrétien dice que la negativa de Canadá a participar en Irak fue un gran logro
El ex primer ministro Jean Chrétien afirmó hoy que uno de los mayores logros de sus doce años al frente del Gobierno canadiense fue resistir a la presión de Estados Unidos para que Canadá participara en la invasión de Irak.
Chrétien, que ocupó el puesto de primer ministro de 1993 a 2004 como líder del Partido Liberal y acaba de publicar su biografía "Mis años como primer ministro", dijo hoy durante una entrevista en la televisión canadiense CTV que estaba especialmente orgulloso de su rechazo a la invasión.
"Por la independencia del país, decir no a los estadounidenses con respecto a la guerra fue un gran momento para Canadá", afirmó Chrétien.
"Por supuesto no estuvo exento de riesgos. Imagine que la guerra de Irak hubiese sido un gran éxito, creo que hubiera sido un poco embarazoso para mí. Pero pensé que era equivocado y dije que no", continuó.
Refiriéndose a la actitud de los líderes de otros países con respecto a los planes de EE.UU. para invadir Irak, Chrétien dijo: "yo era el que estaba diciendo en voz alta lo que muchos de ellos pensaban pero no se atrevían a decir, así que es una característica de la que estoy muy orgulloso".
La negativa de Chrétien a participar en la invasión tuvo consecuencias para las relaciones entre Canadá y Estados Unidos. El presidente estadounidense, George W. Bush, se negó a visitar oficialmente Canadá mientras Chrétien se mantuvo en el poder.
Incluso tras la salida de Chrétien y su sustitución por el también liberal Paul Martin, la administración Bush mantuvo una actitud de "castigo" hacia Canadá.
El conservador Stephen Harper, quien se convirtió en primer ministro en enero de 2006 al derrotar a Martin en las urnas y que estuvo a favor de la participación canadiense en la invasión de Irak, ha hecho la normalización de las relaciones con Washington una de sus prioridades de Gobierno.
Durante su mandato, Chrétien tuvo que enfrentarse a varias situaciones especialmente difíciles para el país.
En el 2005, dos años después de llegar al poder, el Gobierno canadiense apresó en aguas internacionales el pesquero español "Estai" lo que desencadenó un conflicto diplomático denominado "la guerra del fletán" y que estuvo a punto de convertirse en un enfrentamiento armado.
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