Chrysler solicitó a Anthony González, el juez de Nueva York que supervisa su quiebra, que acelere el proceso para que el fabricante de automóviles pueda sobrevivir la crisis.

Los abogados de Chrysler, que solicitó la quiebra después de que un grupo de acreedores se negara a aceptar la oferta del Departamento del Tesoro para canjear su deuda, pidieron a González que mantenga los salarios y prestaciones de los empleados del fabricante.

Bajo las leyes estadounidenses que rigen las suspensiones de pagos y quiebras, el juez tiene que aprobar cualquier decisión relacionada con la operación y gestión de la compañía.

Los abogados del Departamento del Tesoro también señalaron ante el juzgado que la existencia de Chrysler peligra si la compañía no sale de la quiebra rápidamente.

Chrysler y el Tesoro quieren que el juez autorice a la empresa a salir de la suspensión de pagos en un plazo máximo de 60 días.

Por otra parte, el periódico The Detroit News dijo que los documentos presentados por Chrysler ante González indican que intentó vender partes de la empresa a sociedades chinas y exploró alianzas con casi cualquier fabricante antes que tener que declararse en quiebra.

Uno de los documentos, una declaración jurada del copresidente de Chrysler, Tom LaSorda, señala que "Chrysler ha intentado en las últimas semanas vender líneas de productos y otras unidades a varias compañías chinas pero esos esfuerzos no han tenido éxito".

LaSorda añadió que varias compañías chinas, entre ellas BAIH, Hawtai y Chery "expresaron interés en la compra de vehículos específicos, ejes motor, derechos de propiedad intelectual, canales de distribución y marcas de automóviles".

Entre las compañías con las que Chrysler intentó formar alianzas se mencionan Nissan, General Motors, Volkswagen, Tata Motors (India), Magna, GAZ (Rusia), Hyundai, Honda y Toyota.