Este artículo se publicó hace 14 años.
Cientos de candados encierran mensajes de amor eterno en puentes de Castilla y León
Candados de diferentes tamaños y colores señorean algunos puentes de Castilla y León, siguiendo el ritual italiano de colocar estas cerraduras en las pasarelas sobre los ríos, a cuyos cauces las parejas de enamorados lanzan la llave en señal de amor eterno.
El lugar preferido por los vallisoletanos para sellar su amor es la pasarela que cruza sobre el Pisuerga desde el Paseo de Zorrilla hasta el Museo de la Ciencia, de la que cuelgan trescientos candados, aunque no lejos de allí, sobre el mismo cauce, en el puente del Poniente luce más de una decena de cancelas abrazadas a los barrotes.
Fuentes de la oficina de turismo de Salamanca han asegurado a Efe que los salmantinos han escogido el puente romano de la ciudad sobre el río Tormes para llevar a cabo este ritual de origen italiano, aunque no son muchas las muestras de amor colocadas en el lugar.
A la capital soriana también ha llegado este rito, con alrededor de una docena de candados en el puente de hierro sobre el río Duero que llega hasta la ermita de San Saturio desde el paseo de San Prudencio.
En el resto de capitales castellanoleonesas, las fuentes consultadas, entre las que se encuentran ayuntamientos, oficinas de turismo y policía municipal de las distintas ciudades, no tienen constancia de que este fenómeno se esté produciendo.
Varios puentes de España han sido testigos del amor de sus ciudadanos como el de Triana en Sevilla, en el que el ayuntamiento ya ha retirado alrededor de 2.500 desde hace un año, en Logroño, Mérida o Zaragoza.
A pesar de que en los dos últimos años se ha extendido en España, el rito comenzó en 2006 a raíz de la publicación del libro del autor italiano Federico Moccia "Tengo ganas de ti", que recogía la historia de una pareja que colocaba un candado en una de las farolas del puente Milvio, sobre el río Tiber, y lanzaban la llave al cauce.
El propio Moccia ha habilitado un espacio en su página web oficial en español en el que los internautas pueden colocar candados con sus inscripciones en diferentes puntos de España sin alterar el paisaje.
Todas las provincias castellanoleonesas cuentan con estos "candados de amor" virtuales, con Valladolid a la cabeza con 122 de estos objetos.
Por detrás están Salamanca con un centenar, León con 78, Burgos con 64, Palencia con 43, Ávila con 39, Segovia con 28, Zamora con 18 y Soria con ocho.
Los candados suelen llevar serigrafiadas o pintadas, las iniciales o nombres de las parejas que pretende simbolizar que su amor no se romperá a menos que alguien encuentre la llave que han depositado en el río.
En cuanto al consistorio vallisoletano, el alcalde de Valladolid, Francisco Javier León De la Riva declaró días atrás que considera la colocación de los candados como "una moda urbana" que ha surgido.
En principio, se mantendrán los candados colocados en la capital vallisoletana, sin embargo, si proliferan de manera masiva, De la Riva no ha descartado su retirada
Fuentes del ayuntamiento soriano han declarado a Efe que no están contentos con esta nueva moda pero que no ordenarán retirar los candados si no alteran la estética y la seguridad del puente.
Miembros del Colegio oficial de doctores y licenciados en Ciencias Políticas y Sociología de Castilla y León han asegurado en declaraciones a Efe que la nueva práctica es un "fenómeno de imitación" vinculado a la idea del "amor eterno".
"El ser humano es propenso a influencias, sobre todo en el amor", han considerado desde el Colegio, desde donde han explicado que no ven la colocación de los candados como "un daño al patrimonio", si se produce en lugares que no tienen "valor patrimonial".
Asimismo, han observado que, en determinados lugares, las muestras de amor pueden llegar a tener un "valor cultural" ya que es la manifestación de un sentimiento común por parte de personas diferentes.
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