Este artículo se publicó hace 15 años.
Cientos de personas buscan su dinero por el fraude de Stanford
Cientos de personas en Caracas y Antigua trataban el miércoles de salvar el dinero que depositaron en bancos vinculados al Stanford Financial Group, del multimillonario Allen Stanford, que fue acusado por Estados Unidos de un fraude de 8.000 millones de dólares.
Un día después de que el magnate y dos importantes ejecutivos fueran acusados del fraude por la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC por su sigla en inglés), inversores y depositantes trataban de recuperar su dinero o tener información sobre sus ahorros.
Desde la pequeña isla caribeña de Antigua a Caracas los reguladores trataron de calmar al los temores en un momento de recesión económica mundial y quiebras bancarias.
Los reguladores federales de EEUU desconocían el miércoles el paradero de Standford. El canal CNBC dijo que Stanford intentó el miércoles abordar un jet desde Houston hacia Antigua en un vuelo de ida, pero no lo logró porque la empresa de alquiler de aviones rechazó su tarjeta de crédito.
La SEC le acusa de realizar un fraude con la venta de certificados de depósito de la filial en Antigua, Stanford International Bank Ltd (SIB).
El esquema ha sido comparado con el fraude por 50.000 millones de dólares del que se acusa al inversor de Wall Street Bernard Madoff.
Dos policías vigilaban frente al Bank of Antigua mientras al menos 600 personas hacía fila, a pesar de que las autoridades monetarias regionales aseguraron que el banco cuenta con las reservas suficientes.
"Estoy preocupada y quisiera retirar mi dinero", dijo Andrea Lamar, de 28 años, mientras esperaba con una amiga en una calle turística de la capital antiguana, St. John's.
Bank of Antigua, que tiene tres sucursales en la pequeña isla de Antigua y Barbuda, es parte del negocio global de Stanford pero está separado del SIB, su filial en el extranjero que está en el centro de las acusaciones por fraude presentadas por el regulador estadounidense.
El Eastern Caribbean Central Bank publicó un comunicado en Bank of Antigua diciendo que muchos clientes comenzaron a retirar su dinero, "causando cierta ansiedad", pero que el banco tiene fondos suficientes.
"Si los individuos persisten en apresurarse al banco en pánico, precipitarán la situación que estamos tratando de evitar", precisó el comunicado.
El primer ministro de Antigua, Baldwin Spencer, dijo en una aparición televisada a la nación en la noche del martes que los cargos en contra de Stanford podrían tener consecuencias "catastróficas" para el país, pero pidió no caer presas del pánico.
Una escena similar se vivió en Caracas, donde cientos de venezolanos hacían fila para retirar su dinero de las oficinas de Stanford, mientras el Gobierno buscaba calmar a la gente.
"Podemos decir de buena fe que Stanford Bank Venezuela es un banco saludable sin ningún tipo de problema" dijo Edgar Hernández Behrens, el jefe del regulador bancario del país.
Un funcionario venezolano estimó que la gente de ese país invirtió unos 2.500 millones de dólares en Stanford.
En una demanda civil, la SEC dijo que SIB vendió 8.000 millones de dólares en certificados de depósito "con la promesa de tasas de alto retorno que superaban a los certificados de depósito ofrecidos por bancos tradicionales".
"Estamos argumentando un fraude de una gran magnitud que ha extendido sus tentáculos alrededor del mundo", dijo Rose Romero, directora regional de la oficina de la SEC en Texas.
En total, Stanford Group dice administrar fondos por 50.000 millones de dólares.
La SEC dijo que Stanford no respondió a los pedidos buscando su testimonio y no produjo "un solo documento".
No había indicios de cargos criminales inminentes contra Stanford, cuya fortuna personal fue estimada por Forbes Magazine el año pasado en 2.200 millones de dólares.
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