Este artículo se publicó hace 15 años.
El cigarrillo influye en la disparidad de la mortalidad infantil
Por Anne Harding
Un nuevo estudio revela quelas mujeres pobres son más propensas a fumar en el embarazo, loque explicaría una parte del aumento del riesgo de tener unparto de feto muerto.
Los resultados son "alentadores, de alguna manera", porquesugieren que ayudar a las mujeres a abandonar el tabacoeliminaría las diferencias sociales y económicas en el parto defeto muerto y la mortalidad infantil, dijo a Reuters Health eldoctor Ron Gray, de la University of Oxford.
Los partos de feto muerto y la mortalidad infantil estánclaramente asociados con las carencias y la pobreza, señaló elequipo de Gray, autor principal del estudio, en British MedicalJournal. También es conocida la relación entre el tabaquismo enel embarazo y la mortalidad infantil.
Dado que la clase socioeconómica influye en si una mujerfuma o no en el embarazo, el equipo cuantificó la relaciónmediante el análisis de las actas de nacimiento de bebésnacidos en los hospitales en Escocia entre 1994 y el 2003.
El análisis incluyó a 529.317 bebés nacidos vivos y 2.699partos de feto muerto entre la semana 24 y 44 de gestación.
El 38 por ciento de las mujeres residentes en los barriosmás pobres dijo que había fumado durante el embarazo, adiferencia del 13 por ciento de las residentes en los barriosmás ricos.
Los autores calcularon el nivel de carencias mediante elíndice Carstairs-Morris, que le asigna un número del 1 al 5 aun código postal tras incorporar los porcentajes de desempleomasculino, hacinamiento habitacional, posesión de automóvil yhogares con un integrante con trabajo perteneciente a una clasesocial más baja.
Los partos de feto muerto eran un 56 por ciento más comunesentre las mujeres con más carencias y esas pacientes eran un 72por ciento más proclives a tener bebés que murieron durante elprimer año de vida.
Un resultado "realmente sorpresivo", señaló el equipo, esque la probabilidad de tener un bebé vivo que murió después delos 28 días de vida, pero antes del año, fue 2,5 veces másfrecuente entre las mujeres con más carencias que aquellas conmenos necesidades.
El equipo determinó que fumar en el embarazo causó el 38por ciento de la diferencia en partos con feto muerto y el 31por ciento de la diferencia en la mortalidad infantil.
Las participantes respondieron solamente si habían fumado ono en un momento determinado. Pero los bebés expuestos al humode cigarrillo en el útero materno serían más propensos a seguirexpuestos en el primer año de vida.
Los autores agregaron que esa exposición sería "un factorde riesgo conocido" de muerte en la infancia, sobre todo desíndrome de muerte súbita del recién nacido.
"La nicotina es una sustancia muy adictiva y dejar de fumarsiempre es muy difícil, en especial en el embarazo. Claramente,las personas necesitan mucha ayuda para lograrlo. Hay queinvertir más en ese tipo de servicios", dijo Gray.
Pero eso no basta, agregó el investigador.
"Hay muchas otras cuestiones, como erradicar la pobrezafamiliar e infantil, mejorar el acceso a la salud y al cuidadode la maternidad en las mujeres de bajos ingresos, y (...) todoaquello para reducir las carencias, como los planes derenovación barrial", finalizó Gray.
FUENTE: BMJ, online 1 de octubre del 2009
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