Este artículo se publicó hace 14 años.
Cuando los cigarrillos son costosos, menos adolescentes fuman
Por Genevra Pittman
Australia parece haberhallado cómo reducir el tabaquismo adolescente: impuestos másaltos al cigarrillo, leyes que prohíban fumar y programas conbuen financiamiento que invitan a dejar el hábito.
Investigaciones australianos determinaron en un estudio queesos elementos ayudaron a frenar el consumo de cigarrillos enjóvenes.
"Lo que demuestra esto realmente es que sabemos cómoreducir el consumo de tabaco entre los jóvenes", dijo el doctorMichael Siegel, de la Escuela de Salud Pública de BostonUniversity.
"Contamos con las herramientas; es sólo una cuestión detener la voluntad política necesaria para implementar estaspolíticas", dijo Siegel, quien investiga el control deltabaquismo pero no participó en el estudio australiano.
Según los Centros para el Control y la Prevención deEnfermedades (CDC por su sigla en inglés), fuma 1 de cada 6estudiantes del nivel secundario en Estados Unidos.
Dado que la mayoría de los adultos fumadores empiezan afumar antes de los 18 años, evitar que eso suceda en laadolescencia es clave para prevenir la mortalidad que causa eltabaquismo.
En el nuevo estudio, publicado en Addiction, el equipo dela doctora Melanie Wakefield, de The Cancer Council enVictoria, determinó el efecto de las políticas antitabáquicas ydel aumento de los impuestos al cigarrillo en el consumoadolescente.
Cada 3 años, entre 1990 y el 2005, el equipo entrevistó amás de 20.000 estudiantes de educación secundaria de Australiapara conocer si habían fumado un cigarrillo en el último mes.
Luego, el equipo comparó las tasas de tabaquismoadolescente con los cambios del precio de los cigarrillos enesos 15 años, ajustados por la inflación, y con el estado delas políticas antitabáquicas, como la prohibición de fumar enlugares cerrados.
El consumo adolescente descendió del 23 por ciento en 1990al 13 por ciento en el 2005. En ese período, se duplicó elcosto de los cigarrillos (de 20 a 40 centavos cada uno) por elaumento de los impuestos al tabaco.
Los autores observaron también que a medida que aumentabael gasto del Gobierno en campañas antitabáquicas, disminuía eltabaquismo adolescente. Lo mismo ocurrió con la prohibición defumar en lugares cerrados.
Otros programas, como los intentos para reducir laposibilidad de que los adolescentes pudieran comprarcigarrillos, no ayudaron a reducir el consumo de tabaco y losautores indicaron que es difícil conocer su fuerza deaplicación.
De hecho, los métodos que funcionaron estaban orientados alos adultos, dijeron los investigaciones en el reporte.
El estudio no prueba que todas las medidas adoptadas enAustralia hayan hecho que se fumara menos.
Según Siegel, en Estados Unidos, las políticas como laprohibición de fumar en restaurantes también influyeron en lareducción del tabaquismo adolescente.
"Estas medidas funcionan no porque impacten directamente enlos jóvenes, sino porque cambian el entorno social" deltabaquismo, explicó. "Hacen que pierda su atractivo",enfatizó.
Pero Siegel está preocupado de que esas políticasantitabáquicas dejen de ser una prioridad para las autoridadesde Estados Unidos.
Existe "la percepción de que es un problema controlado,pero no es así. Necesitamos invertir más dinero en este tipo deprogramas que, sabemos, son efectivos", agregó.
FUENTE: Addiction, online 14 de marzo del 2011.
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