Este artículo se publicó hace 14 años.
Cinco muertos y 28 heridos en enfrentamientos étnicos cerca de Biskek
Cinco personas murieron y 28 resultaron heridas en enfrentamientos étnicos en una aldea al norte de la capital de Kirguizistán, Biskek, informó hoy el Ministerio de Sanidad de esa república centroasiática.
Durante los disturbios, que tuvieron lugar el lunes en la aldea de Mayevka, tres personas perdieron la vida por disparos y otras dos fueron halladas muertas posteriormente por efectivos de los bomberos en un coche y un edificio de viviendas que fueron pasto de las llamas.
Al tratar de dispersar a la multitud, diez policías resultaron heridos de diversa consideración.
Además, 158 personas fueron detenidas por su participación en los desórdenes, informó desde Biskek la agencia rusa Itar-Tass.
Los choques se produjeron después de que más de mil jóvenes kirguises trataran de hacerse con unas parcelas pertenecientes a integrantes de la minoría étnica turca.
Los propietarios legales de los terrenos opusieron resistencia y echaron a los asaltantes, que regresaron por la noche y comenzaron a lanzar ataques contra viviendas turcas.
Mientras los habitantes del lugar trataban de repeler el ataque apoyados por voluntarios del movimiento "Patriota", agentes de la policía celebraban un mitin para exigir la dimisión del ministro del Interior en funciones, Bolotbek Sherniyázov.
Tras cinco horas de negociaciones, el Gobierno provisional se mostró dispuesto a hacer concesiones y nombró como nuevo titular del Interior a Aibek Abdrazakov.
Sólo después la policía se dirigió a Mayevka para poner fin a los desórdenes.
Por su parte, los habitantes de Biskek se organizaron en grupos para colaborar en mantener el orden en la capital después de los disturbios y saqueos en Mayevka.
"Unas 1.500 personas se congregaron anoche ante el edificio del ministerio del Interior para expresar su deseo de ayudar a la policía", indicó el viceministro del Interior en funciones, Saril Risalíev, a la agencia rusa Interfax.
Agregó que grupos de ciudadanos recorrerán las calles de la capital y vigilarán los edificios administrativos junto con la policía.
La víspera, el Gobierno provisional movilizó a las fuerzas de seguridad para frenar los pogromos contra las minorías étnicas y los actos de saqueo cometidos por vándalos y grupos criminales.
"No permitiremos que nadie viole la paz y la concordia entre los diferentes pueblos del país", según el comunicado emitido ayer por las nuevas autoridades kirguíses, que asumieron el poder el pasado 7 de abril tras derrocar al presidente, Kurmanbek Bakíev.
Según las agencias locales, rusos y uzbekos, las dos minorías más importantes del país, así como judíos y turcos mesjetas, han sido víctimas de violentos ataques en varias localidades de ese país limítrofe con China.
Varios blindados han sido desplegados en las calles de la capital, Biskek, mientras centenares de efectivos de los ministerios de Defensa y del Interior han sido movilizados para atajar los brotes de violencia y saqueo en las afueras de la ciudad.
Bakíev, en el poder desde 2005, se exilió la semana pasada en el vecino Kazajistán, si bien hoy las autoridades kazajas afirmaron que había abandonado su territorio con destino desconocido.
El 67 por ciento de los habitantes de ese país, que acoge cerca de un centenar de minorías étnicas, son de origen kirguís, pero en el sur los uzbekos representan casi la mitad de la población.
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