Cinco policías murieron y uno resultó herido de gravedad al explotar una mina al paso del vehículo en el que viajaban en la provincia de Uruzgán, en el sur de Afganistán, informó hoy a Efe una fuente policial.

"La mina estaba colocada en una carretera cerca de la localidad de Tirinkot, capital de la provincia, y estalló anoche al paso de una patrulla", precisó un responsable provincial de policía, Gulab Khan.

A pesar de la relativa disminución de las hostilidades en Afganistán a causa del crudo invierno, las minas y bombas camineras colocadas por la insurgencia son uno de los principales peligros para las fuerzas de seguridad y para los civiles.

Ayer murió un civil y dos más resultaron heridos tras la explosión de una mina en un mercado de la misma ciudad de Tirinkot, mientras que una bomba en el margen de una carretera acabó con la vida de dos soldados en la provincia occidental de Herat.

Hace una semana la ONU anunció que el año pasado murieron en Afganistán más de 3.000 civiles -un 8 % más que en 2010-, buena parte de ellos por la acción de artefactos explosivos colocados por la insurgencia en la red viaria.

El conflicto afgano se halla en un punto de indefinición con la posible apertura de negociaciones multipartitas en Catar, mientras las tropas extranjeras prosiguen su retirada.

La OTAN está a punto de finalizar la segunda fase del traspaso del control de la seguridad del país a las fuerzas de seguridad afganas, y tiene previsto culminar su salida a finales de 2014.