El cineasta Paul Haggis abandona la Cienciología por no apoyar las bodas gays

El cineasta Paul Haggis, ganador de dos premios Óscar por "Crash" (2004), abandonó su militancia en la Iglesia de la Cienciología ante el rechazo de esta organización al matrimonio entre personas del mismo sexo, informó la prensa local.

En una carta enviada por Haggis al portavoz estadounidense del culto, Tommy Davis, el realizador mostró su indignación por como la dirección de la Cienciología toleró los pronunciamientos de la sede de San Diego a favor de la conocida Proposición 8, ley que impidió en noviembre de 2008 las bodas entre homosexuales en California.

"Durante diez meses he estado escribiéndote para pedirte que hicieras una denuncia pública de las acciones de la Iglesia de la Cienciología de San Diego", dijo Haggis, para quien esa actitud contraria a los derechos civiles de los gays y lesbianas "avergüenza" a la Cienciología.

"Has permitido que nuestro nombre esté aliado con los peores elementos de la derecha cristiana", afirmó Haggis en referencia a la campaña a favor de la Proposición 8, que estuvo protagonizada, entre otros, por los mormones.

Para el cineasta la gota que colmó el vaso de su hartazgo con la Cienciología, organización a la que pertenecía desde hacía 35 años, fue una entrevista televisada en la que Davis negaba prácticas que tenían lugar en el seno de este culto, como que se obligue a romper lazos familiares.

En su misiva, Haggis comentó molesto cómo a su mujer se le obligó a cortar su relación con sus padres, con el trauma que supuso, aunque indicó que él nunca dejó de mantener el contacto.

"Nunca he sido bueno siguiendo órdenes, especialmente cuando las encuentro moralmente censurables", manifestó.

La decisión de abandonar esta iglesia tendrá para él, dijo Haggis, consecuencias negativas.

"Soy totalmente consciente de que algunos de mis amigos pueden elegir no volver a tener que ver conmigo o, en algunos casos, trabajar conmigo. Siempre contestaré sus llamadas como siempre contesté las tuyas", confesó Haggis, quien acto seguido declaró que no podía seguir siendo miembro "de este grupo".

Haggis, asimismo, señaló que su actitud, lejos de servir de ejemplo, será ignorada por otros cienciólogos y criticada, tal y como hizo él en el pasado ante quienes vertían acusaciones contra su culto.