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"De cintura para arriba", un filme sobre la consumación de un amor imposible

EFE

Ella, una discapacitada a la que apenas le quedan diez años de vida, y él, un preso condenado a 30 años por asesinato. Son los protagonistas del filme italiano "De cintura para arriba", quienes consuman un amor imposible en una historia difícil de creer pero "real", según su director, Gianfrancesco Lazotti.

En ello ha insistido el realizador esta mañana en Madrid durante la presentación de su obra, que se estrena en España este viernes. Una comedia romántica sobre personas aparentemente sin futuro que, no obstante, acaban encontrando uno en común, a pesar de lo difícil de sus circunstancias y de las muchas barreras que les separan.

Katia (Cristiana Capotondi), que vive impedida en su silla de ruedas a causa de una distrofia muscular, ayuda a su mejor amiga, Rosalba (Nicoleta Romanoff), a escribir apasionadas cartas de amor a su novio, Danilo (Filippo Nigro), quien cumple condena en la cárcel.

Con el paso del tiempo, Rosalba se cansa y deja a Danilo, pero Katia empieza a sentir una fuerte atracción por el condenado y sigue escribiéndole misivas, hasta que, finalmente, ambos se enamoran en la distancia y harán todo lo posible por estar juntos, incluso con los muros de una prisión de por medio.

"Los hechos fundamentales del filme, como el encuentro entre ambos fuera de la cárcel -escena que abre la cinta- o el modo en que se conocieron, ocurrieron de verdad", ha remarcado Lazotti, que ha contado un romance inspirado en la historia de una amiga cercana.

Aun con la situación dramática que viven sus personajes, la cinta hace gala de un tono agradable y positivo que incide en los buenos valores que poseen los dos protagonistas, como la valentía o la determinación, dejando de lado sus errores y miserias, especialmente en el caso de Danilo.

Y es que al director, que también es guionista, no le interesaba ahondar en los motivos que llevaron a Danilo a prisión ni darle al filme un "punto de vista social", sino resaltar la idea de la supuesta "ausencia de futuro" que atañe a ambos personajes, y en cómo finalmente hallan uno.

Para Razotti, "da igual que sean presos o enfermos; lo que importa son los buenos valores, que son muchos, de Katia y de Danilo", quienes, según el cineasta, "detestan la lástima o la piedad que puedan generar en los demás; siendo ese el rasgo que les une".

En este sentido, ha señalado que, "de haber insistido en las causas del encierro de Danilo o de haber profundizado en si es culpable o no, el público habría sentido lástima por él", algo que quería evitar para que la historia funcionara.

Capotondi, que es "una estrella en Italia", en palabras del director, fue una "aliada fundamental" para llevar el filme adelante, "no sólo desde el punto de vista comercial, sino por su convicción a la hora de abordar a Katia", ha confesado Razotti, ya que fue ella misma quien contactó con el cineasta tras leer el guión.

Sin embargo, la realidad no parece tan idílica como refleja esta comedia romántica y es que, como ha admitido el realizador, "durante la preparación del filme, Katia y su marido -quien no se llama Danilo realmente- se divorciaron" y dieron por finalizada esta historia de amor.

Carlos Palencia

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