CiU pone a prueba con Tremosa su giro soberanista

Cuando Artur Mas decidió prescindir del moderado Ignasi Guardans ahora alto cargo del ministerio de Cultura y optó por el economista independiente e independentista Ramon Tremosa como cartel de CiU en Europa mandó un mensaje. Lo viejo (pactar con el Gobierno de turno) no sirve y lo nuevo es el derecho a decidir, al menos mientras sea oposición.

Tremosa ha centrado su campaña en lo que más motiva a los suyos: infraestructuras (el corredor mediterráneo), el "maltrato" del Estado y las críticas al PSOE y al PP.

En una entrevista en Público se metió en un charco que ha marcado en parte el tramo final de la campaña al afirmar que para Catalunya lo mejor era un Gobierno del PP. Ahí es nada tres años después de que Mas, entonces deseoso de entenderse con el PSOE y el PSC, firmara ante notario que no pactaría con ellos.

Tremosa ha inquietado a la cúpula con sus formas y la contundencia de su mensaje hace difícil esperar algo fuera de Catalunya, por más piruetas que haga Josep A. Duran i Lleida presentándose como una tercera vía entre PSOE y PP para sumar el tercer escaño (sería de Unió) para Coalición Europea, la lista que lidera CiU. Con el PNV, que ha teñido su campaña de dolor por su salida del gobierno ha habido sintonía. Con los regionalistas canarios, mallorquines y andaluces sólo una entente táctica para mejorar el resultado de 2004.