Ciudad Rodrigo albergará una exposición de restos arquitectónicos romanos y medievales

El Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo ha diseñado una exposición de restos arquitectónicos que estaban diseminados por el municipio salmantino, cuyos orígenes son romanos o medievales, y que se mostrarán para profundizar en los símbolos de los antepasados mirobrigenses.

El Convento de San Francisco, recientemente restaurado por la Junta de Castilla y León y que se encuentra a la entrada de la ciudad, es el lugar elegido para que los visitantes conozcan algunas pinceladas de la historia romana y medieval de esta localidad.

La muestra recoge 50 piedras, la mayoría de grandes dimensiones, donde se pueden ver restos funerarios, elementos relacionados con la agricultura y la ganadería, blasones nobiliarios, motivos religiosos e, incluso, figuras de animales talladas.

La exposición tiene una parte dedicada a los dioses, otra al trabajo y una tercera que se centra en la ciencia heroica.

En el patio del convento de San Francisco se han distribuido alrededor de 20 vestigios presididos en el centro por una pila bautismal de piedra y un verraco de origen prerromano, que simboliza al cerdo reproductor, muy típica de la provincia de Salamanca y perteneciente al pueblo de los Vetones.

Estos animales porcinos eran labrados en piedra para utilizarlos como delimitadores de los terrenos en los que se podía pastorear, según algunos historiadores, o, como mantienen otros expertos, eran utilizados con fines religiosos ya que los pastores les rendían culto para que les protegiese el ganado.

Una de las piedras más antigua de la exposición es, según el consistorio mirobrigense, un altar o "ara" con forma de losa y que en la Edad Antigua se utilizaba como lugar de ofrenda, sacrificio o culto a los dioses.

El conjunto más numeroso que se exhibe es el de las estelas, que se utilizaban como monumentos funerarios y que estaban grabadas con diferentes motivos.

Todas las piedras de esta muestra son areniscas, característica común de Ciudad Rodrigo, como se puede observar en la gran cantidad de monumentos que se han levantado en el recinto histórico amurallado de Miróbriga, que fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1944

En la exposición también se detallan una docena de piedras de molino, que se utilizaban para moler el grano y numerosos escudos nobiliarios.

Estos blasones tienen su origen en los escudos de armas que los guerreros portaban en las batallas, identificativos de cada persona.

Los escudos nobiliarios, que se pueden ver en 200 casas palaciegas de Ciudad Rodrigo, eran concedidos por el rey a sus vasallos en reconocimiento a sus gestos heroicos.

En todos estos palacios los escudos colocados de forma inclinada simbolizaban que pertenecían a hijos bastardos, mientras que si eran legítimos los escudos no estaban torcidos.

La exposición, que ya está dispuesta y que será inaugurada próximamente, se completa con una reproducción a tamaño real del grupo escultórico de El Calvario de Juan de Juni.

El Cristo Crucificado, la Virgen y San Juan Evangelista fueron creados en 1557 para una capilla de este Convento de San Francisco y están adscritos al Museo Nacional de Escultura de Valladolid desde que en 1997 fueran adquiridos por el Ministerio de Cultura.