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Los ciudadanos convierten la manifestación en una ovación a la familia de Puelles y las víctimas

EFE

Miles de ciudadanos, alrededor de 25.000, según la Policía Municipal, tomaron parte ayer en Bilbao en la manifestación de repulsa por el asesinato de Eduardo Antonio Puelles, que se convirtió en una ovación continua a su familia y a las demás víctimas de ETA.

La marcha estuvo encabezada por una pancarta con el lema "Por la libertad-Askatasuna, ETA No" portada por los hermanos del policía asesinado y otros familiares de víctimas y tras la que marchaban también los dos hijos de Puelles, Rubén y Asier.

Junto a ellos, Iñigo (hijo del empresario Inaxio Uria), Carmen Hernández (viuda del edil del PP Jesús María Pedrosa), Marian Romero (viuda del ex edil socialista Isaías Carrasco) o Marian Ziarrusta (viuda del empresario Joxe María Korta).

También encabezaban la marcha, Blanca Villafañe (hija del guardia civil Juvenal Villafañe), Maite Mollinedo (viuda del ertzaina José María Agirre), Dolores Quintanilla (viuda del policía asesinado también en Arrigorriaga Manuel Fuentes) y Maixabel Lasa (viuda del socialista Juan Mari Jáuregui).

Desde que partió a las 18 horas del sábado de la plaza del Sagrado Corazón, hasta que concluyó, exactamente una hora y dos kilómetros después ante la escalinata del ayuntamiento de Bilbao, la manifestación fue recibiendo un aplauso ininterrumpido por parte de los miles de ciudadanos que esperaban su paso agolpados en las aceras y que posteriormente se sumaban a la marcha.

El aplauso se convirtió en ovación cerrada cuando los familiares de las víctimas que llevaban la pancarta llegaron a la escalinata del ayuntamiento, lo que ellos respondieron también con un aplauso de agradecimiento a los asistentes a la manifestación.

Los políticos han dejado en esta ocasión el protagonismo a las víctimas y han ocupado una segunda línea de la manifestación. Junto al lehendakari, Patxi López, y gran parte de su gabinete, han asistido la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega; el presidente del Senado, Javier Rojo; la presidenta del Parlamento vasco, Arantza Quiroga y el delegado del Gobierno en el País Vasco, Mikel Cabieces.

Han tomado parte también los tres Diputados Generales y los máximos responsables del PNV, Iñigo Urkullu; del PP del País Vasco, Antonio Basagoiti; de Ezker Batua, Mikel Arana; junto a otros dirigentes políticos como Rafael Larreina (EA) y Aintzane Ezenarro (Aralar).

Además, han recorrido las calles de Bilbao la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín; la vicesecretaria de Organización del PP Ana Mato; y el coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara.

Cuando la marcha ha llegado al Ayuntamiento, el hijo pequeño de Eduardo Puelles se ha fundido en un abrazo con su madre, que aguardaba la llegada de la manifestación en la escalinata de la casa consistorial abrazada a la bandera española que cubría el féretro de su esposo.

Para cerrar el acto, el lehendakari se ha dirigido a los congregados, que abarrotaban la explanada frente al ayuntamiento, y ha advertido a los terroristas de que "se acabó la impunidad, se acabó la arrogancia de quienes utilizan el argumento del amparo velado de la capucha".

López ha comenzado con un poema en euskera, escrito por él mismo, en el que ha pedido que se junten las voces "para decir todos a una, ETA no".

En un tono emotivo, entre aplausos, ha continuado su discurso, señalando que Puelles, "asesinado por defender la libertad de los vascos, era uno de los nuestros. Gracias a él y a otros muchos como él, gracias a los miembros de la Ertzaintza, de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, los vascos y las vascas vamos arrancando, trozo a trozo, con desgarro y sufrimiento, la mordaza de nuestra libertad".

Tras recordar a los amenazados, ha dicho a la familia de Puelles que "no están solos. Tienen todo el cariño y la cercanía de la inmensa mayoría de la sociedad vasca. Sabemos que Eduardo arriesgaba su vida, todos los días, para garantizar la nuestra, le vamos a estar eternamente agradecidos y no se nos va a olvidar nunca".

Finalmente ha sido la viuda de Puelles, Francisca Hernández la que se ha dirigido a los asesinos de su marido para advertirles de que "lo único que han conseguido es dejar dos huérfanos y una viuda, no van a conseguir nada más porque gracias a Dios hay mucha gente como mi marido y no van a poder con ellos, cada día van a salir más y más".

La viuda ha agradecido a los manifestantes su presencia y ha dicho a quienes perpetraron el atentado contra su marido que no van a poder ni con ella, ni con su familia, ni con toda la gente que les quiere. "No me van a ver llorar, no les voy a dar ese gusto", ha enfatizado.

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