Este artículo se publicó hace 14 años.
Clínica mexicana de lujo seduce adictos EEUU por rehabilitación
Por Robin Emmott
Un emprendedor en México estáatrayendo a numerosos drogadictos de Estados Unidos a su centrode rehabilitación, pese a la fama de las clínicas mexicanas deser escenario de tiroteos entre bandas del narcotráfico.
A un costo de una tercera parte de lo que pagarían enEstados Unidos, el centro de rehabilitación abrió sus puertasrecientemente en un hotel de lujo al norte de la ciudadempresarial Monterrey, a unos 160 kilómetros al sur del estadonorteamericano de Texas.
Los paquetes mensuales de recuperación incluyen médicos quehablan inglés y otros servicios adicionales como masajes,mascarillas y hasta inyecciones de Botox.
Por años, los estadounidenses han cruzado la frontera enbusca de medicinas más baratas e incluso cirugías mayores, peroahora Gilberto Salazar, ya rehabilitado de su adicción alalcohol, está promocionando sus centros de apoyo bajo la firma"Rehab in México" (rehabilítese en México).
Salazar incluso utiliza el logotipo oficial de Turismo, conel permiso del Gobierno.
"Si se puede venir a México para cirugía de corazón, ¿porqué no rehabilitación? Nosotros recogemos a la gente delaeropuerto, tienen su propia habitación, les damos los mejoresdoctores", dijo.
Usando la popular terapia de abstinencia de clínicas comola californiana Betty Ford Center, Salazar ha recibido aestadounidenses y a mexicanos acaudalados desde que abrió suspuertas en noviembre.
La clínica cobra 9,750 dólares por un periodo de 28 días,mucho menor que los 30,000 dólares de Estados Unidos.
Carla, una adicta de San Antonio, Texas, llegó al centrotras recoger una propaganda en una agencia de viajes. Pálida,deprimida y con dificultades para conversar, la mujer ingresóal centro con más de 100 cápsulas de morfina, según médicos.
Tras varios días de abstinencia, Carla batalló con lanáusea, escalofríos, dolor muscular agudo y sudoración paraponer fin a su adicción. Le llevó otras tres semanas deasesorías y yoga para superar la dependencia.
"Estaba en un estado terrible y necesitaba ayuda.Definitivamente vine por el precio", dijo la mujer, según untestimonio escrito en el centro. Ella y otros pacientes senegaron a ser entrevistados.
PIEL AMARILLA, OJOS OPACOS
La apertura de clínicas de rehabilitación sería una nuevaventana de oportunidad para México, más conocido ahora por elsuministro de drogas ilícitas a través de violentos cárteles.
Gerardo, un empresario de McAllen, Texas, acudió aMonterrey para superar 20 años de adicción a la cocaína.
"Estaba completamente intoxicado cuando llegó, su pielestaba amarilla y sus ojos opacos", dijo la doctora CeciliaMancillas. "Años de estar inhalando perforaron el fondo de sunariz", agregó.
Al menos 35 millones de estadounidenses consumieron drogasen el 2007, desde cocaína hasta heroína, dijo el CentroNacional de Inteligencia en su reporte más reciente.
Dispuesto a llenar un hueco, Salazar pretende abrir másclínicas a finales del año en los paradisiacos balnearios deLos Cabos y Cancún -altamente visitados por estadounidenses-,así como en la colonial Mérida.
Pero una ola de ataques en centros de rehabilitación en lafronteriza Ciudad Juárez podría hacer difícil vender la idea.
Pistoleros han atacado al menos siete clínicas en búsquedade distribuidores de drogas rivales. Dos atentados enseptiembre dejaron a 28 personas muertas.
"Ese tipo de noticias obviamente es un obstáculo paranosotros, pero los ataques en Juárez no tienen nada qué ver conlo que hacemos nosotros", dijo Salazar.
Un operativo militar en contra de los cárteles de la drogaha derivado en un aumento en la violencia, que ha dejado a18,000 muertos desde finales del 2006.
Rara vez los extranjeros son blanco de los ataques, peroalgunos estadounidenses han sido secuestrados o heridos entreel fuego cruzado.
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