Clinton constata el "reinicio" de las relaciones entre Moscú y Washington

La secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton, constató hoy en la capital rusa el "reinicio" de las relaciones entre Rusia y Estados Unidos.

"Hemos conseguido mucho desde nuestra primera reunión en Ginebra, en primavera de este año", dijo la jefa de la diplomacia estadounidense, citada por la agencia oficial RIA-Nóvosti, al comenzar sus conversaciones con el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov

Clinton se refería a la reunión en la que ambos pulsaron un "botón de reinicio" para simbolizar el relanzamiento de las relaciones entre los dos países, seriamente deterioradas durante la pasada Administración estadounidense.

"Hoy tenemos la posibilidad de continuar debatiendo el desarrollo de nuestra relaciones, así como las crecientes tareas que afrontan nuestros países", dijo Clinton, que realiza su primera visita a Moscú como secretaria de Estado.

Lamentó no haber podido estar presente en la última reunión de los presidentes de EEUU, Barack Obama, y Rusia, Dmitri Medvédev, en julio pasado, debido a la fractura que sufrió en el codo.

"Pero desde entonces, mi codo y nuestras relaciones se han reiniciado", bromeó Clinton.

La secretaria de Estado, que llegó la víspera a Moscú, abordará con Lavrov los preparativos de un nuevo acuerdo de desarme, el futuro escudo antimisiles y las crisis nucleares en Irán y Corea del Norte, entre otros asuntos internacionales.

En particular, los jefes de las diplomacias rusa y norteamericana revisarán los progresos en la elaboración conjunta de un nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START), para sustituir el anterior que vence en diciembre próximo.

El Kremlin reconoció hace poco que "quedan varios asuntos controvertidos" por solventar antes de suscribir un nuevo acuerdo, pero Lavrov ha descartado el aplazamiento de la firma del nuevo tratado.

En julio pasado Obama y Medvédev acordaron que el nuevo tratado fijaría entre 1.500 y 1.675 el nivel máximo de ojivas y en 500 a 1.000 el de portadores que podrá tener cada país.

Según medios rusos, la disensión radica precisamente en el número de portadores, ya que EEUU no está dispuesto a reducirlos hasta los 500, como desea Rusia.