Seis insurgentes talibanes murieron en dos operaciones de fuerzas afganas y de la coalición estadounidense efectuadas hoy en el sur y el este de Afganistán, informó el mando de EEUU, aunque una autoridad local aseguró a Efe que cinco de las víctimas eran civiles.

Una de las operaciones tuvo lugar en el distrito de Charkh de la provincia oriental de Logar, donde la fuerza conjunta atacó a un grupo de insurgentes en un recinto tras solicitar a los civiles que lo abandonaran.

Cinco militantes talibanes murieron en el tiroteo en Charkh, donde las tropas afganas y estadounidenses hallaron y destruyeron "numerosas" armas y granadas de los insurgentes, según el comunicado.

La fuente aseguró que "ocho mujeres y nueve niños fueron protegidos" del intercambio de fuego.

El jefe de la policía provincial, el general Mustafá Muhseni, consultado telefónicamente por Efe, aseguró que los muertos eran civiles y concretó que el ataque tuvo lugar en el pueblo de Dasht Charkh.

"Abdul Rashid y cuatro de sus hijos fueron asesinados y otro miembro varón de su familia resultó herido", en el ataque, que según Muhseni involucró tanto a tropas terrestres como a la aviación de la coalición de EEUU.

De acuerdo con Muhseni, las víctimas eran granjeros y la Policía "carece de prueba alguna de su implicación en actividades terroristas".

La otra operación, que también tuvo el objetivo de neutralizar células fabricantes de artefactos explosivos, se registró en el distrito de Zhari de la provincia meridional de Kandahar, a unos 55 kilómetros de la capital provincial.

Las fuerzas conjuntas "asaltaron una instalación" utilizada como sitio de almacenaje y un recinto habitado en el que se enfrentaron y mataron a un presunto talibán además de detener a otros diez, según el comunicado.

En Zhari, los soldados afganos y estadounidenses hallaron y destruyeron 80 kilos de "material potencialmente explosivo usado a menudo en la producción de artefactos".

Además, "19 mujeres y 29 niños del recinto fueron protegidos", de acuerdo con el comunicado, que puso énfasis en la ausencia de bajas civiles en las dos operaciones.

Habitualmente, tras las operaciones militares que causan bajas entre la población civil, la coalición que lidera EEUU en Afganistán informa sólo de muertos entre la insurgencia.

La coalición estadounidense opera en Afganistán al margen de la fuerza ISAF de la OTAN, que cuenta con mandato de la ONU.