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La coalición gobernante sufre su más severa derrota desde 1969

EFE

El Frente Nacional, la coalición de partidos que gobierna Malasia desde su independencia, en 1957, mantendrá la mayoría en el Parlamento federal, pero ha sufrido sus peores resultados desde 1969.

Aunque el escrutinio prosigue, el Frente Nacional ha perdido el estado de Penang ante el Partido de Acción Democrática (DAP) y podría verse privado de los al menos dos tercios de escaños en el Legislativo que ha tenido la mayor parte del último medio siglo.

Algunos medios malasios añaden al de Penang los estados de Kelantan, que ya gobernaba el opositor Partido Pan-islámico de Malasia (PAS), y de Kedah.

El primer ministro del país, Abudullah Badawi, de 69 años y líder de la Organización Nacional para la Unidad Malaya (UNMO), el principal de los catorce partidos de la coalición gobernante, reconoció la derrota en varias circunscripciones, sin citarlas, y comentó que son cosas de la democracia que había que aceptar, de acuerdo con el diario "The Star".

El jefe del Gobierno, que mantiene su escaño parlamentario, pidió a la oposición que mantenga la calma y que no salga a la calle para celebrarlo.

El director de la Policía nacional, Musa Hassan, ordenó a todas las comisarías que no autorizasen ninguna manifestación o marcha pública de celebración.

"Queremos garantizar la paz y la seguridad. Continuaremos vigilando la situación y desplegando agentes por todo el país para asegurar que no se producen alborotos", explicó Musa Hassan.

El resultado electoral, aún pendiente de que concluya el escrutinio, ha hecho recordar las elecciones de 1969 cuando, en medio de enfrentamientos entre las comunidades malaya y china, el Frente Nacional perdió los ambicionados dos tercios de los asientos del Parlamento federal.

A las elecciones de este año también se ha llegado en un ambiente de tensión étnica, en esta ocasión protagonizada por la comunidad de origen indio, que se siente discriminada por la malaya, la mayoritaria del país y que recibe privilegios del Estado en los puestos de la Administración y las universidades, entre otras cosas.

El otro partido de la oposición que hoy puede cantar victoria y que concurrió a las urnas en alianza con el DAP y el PAS ha sido el Partido Justicialista Popular (Keadilan) del ex viceprimer ministro Anwar Ibrahim.

El índice de participación en estos comicios superó el 65 por ciento, de un total de 10,92 millones de personas con derecho a voto, de acuerdo con la Comisión Electoral.

La jornada electoral transcurrió con normalidad, salvo incidentes aislados, algunos de ellos de violencia, como el ocurrido en la ciudad de Rusila, en el estado norteño de Terengganu, donde los cuerpos de seguridad dispersaron a unos 300 seguidores del PAS que apedreaban un autocar que transportaba papeletas, según ellos, amañadas.

El PAS no ha conseguido en esta ocasión arrebatar Terengganu al Frente Nacional, como hizo en 1999, según la Comisión Electoral.

En el estado de Sarawak, en el norte de Borneo, donde la jornada electoral comenzó y concluyó media hora antes que en el resto del país, al igual que en el vecino de Sabah, una embarcación que transportaba papeletas se hundió y tuvo que suspenderse la votación, que se repetirá mañana.

Otro incidente ocurrió en el estado de Kedah, donde 22 miembros del Frente Nacional fueron ingresados de urgencia en un hospital después de beber los refrescos que les habían regalado unos desconocidos.

Una de las votaciones más seguida por los medios malasios ha sido la de Chin Chap, de 102 años, quien ha participado en diez de las doce elecciones generales que se han celebrado desde la independencia (se perdió dos por falta de transporte).

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