Este artículo se publicó hace 17 años.
Colombia aguarda esperanzada que las FARC cumplan la promesa de liberación
Los colombianos aguardaban hoy, víspera de Navidad, la anunciada liberación de dos mujeres y un niño secuestrados por la guerrilla, que, según la senadora Piedad Córdoba, se producirá a más tardar en 48 horas.
"Los vamos a recibir muy pronto y no haría una afirmación tan concreta si no lo creyera", dijo Córdoba, que ha servido como mediadora para un acuerdo humanitario entre el Gobierno y las FARC, en unas breves declaraciones a Radio Caracol desde Caracas.
Sin embargo, la agencia Anncol, que habitualmente reproduce informaciones de las FARC, indicó hoy que hay operativos militares que impiden la "entrega" de Clara Rojas, su hijo Emmanuel y Consuelo González y que, por ello, la vida de esas tres personas "corre un grave peligro".
Según anunciaron las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) este mes, la ex candidata a la vicepresidencia Rojas, su hijo, nacido en cautividad, y la ex congresista Consuelo González serán liberados como un gesto de "desagravio" al presidente venezolano, Hugo Chávez, porque su colega colombiano, Álvaro Uribe, suspendió la mediación que efectuaba.
Las FARC no dieron precisiones sobre el lugar y la fecha de la liberación, pero se baraja la hipótesis de que será en estas fechas navideñas y en algún lugar de Venezuela.
El Gobierno venezolano mantiene silencio sobre el particular, mientras en Colombia crece la expectación por las posibilidades de que la liberación de Rojas y González abra la puerta para un acuerdo humanitario.
En Colombia, según la organización País Libre, hay unas 3.000 personas privadas de libertad por organizaciones guerrilleras y delincuentes comunes.
Sin embargo, el acuerdo humanitario se centra en un grupo de poco más de 40 que están en poder de las FARC, algunos desde hace más de diez años, y que la organización armada quiere canjear por medio millar de guerrilleros presos.
Entre los "canjeables" está la ex candidata a la presidencia Ingrid Betancourt, que tiene también nacionalidad francesa, y tres estadounidenses: Thomas Howes, Marc Gonsalves y Keith Stansell.
La hija de Betancourt, Melanie Delloye, envió hoy un mensaje de aliento a su madre, en el que le reitera su confianza en que "salga a la libertad, porque no puede ser posible que sigan pasando años y años sin que las FARC y el presidente Uribe entiendan que es necesario darle prioridad a la vida humana".
Betancourt cumple mañana, Día de Navidad, 46 años, los últimos seis en cautiverio. Fue secuestrada junto con Clara Rojas el 23 de febrero de 2002.
"A Ingrid todo mi aprecio, toda mi consideración", dijo en Bogotá Clara González de Rojas, madre de la fórmula de Betancourt y ex candidata a la vicepresidencia Clara Rojas.
"Esperamos que pronto, tan pronto como sea posible, ella y todos los que están allá (secuestrados en la selva) puedan recobrar la libertad", añadió.
Mientras, el esposo de Betancourt, Juan Carlos Lecompte, regresó a Bogotá tras lanzar en las selvas del este del país y las fronteras con Brasil y Venezuela unas 20.000 fotografías de los hijos del primer matrimonio de la cautiva, Melanie y Lorenzo Delloye.
Lecompte señaló que ojalá Ingrid pueda recibir al menos uno de los volantes, como regalo de Navidad y también de cumpleaños.
El alto comisionado para la paz del Gobierno colombiano, Luis Carlos Restrepo, afirmó hoy que si el precio de la liberación de los secuestrados por las FARC fuera su cabeza, "renunciaría".
Pero advirtió que ese no es el punto que permitirá lograr el acuerdo humanitario, sino el que los comandantes de ese grupo al margen de la ley "no hagan más exigencias absurdas".
Para Restrepo, las FARC "tienen unos secuestrados por los que piden un rescate, porque esto es una extorsión".
El precio de ese rescate, dijo el comisionado, "es que unos criminales que están en la cárcel" queden libres y para ello, explicó, el Gobierno ha estudiado el marco jurídico y expedirá un decreto reglamentario "para poder dar ese paso".
El alto cargo gubernamental rechazó a quienes le critican por su dura posición y la del Gobierno y dijo que los comisionados de paz no deben intimar con las guerrillas ni tener buenas relaciones con ellos, pues su papel es "representar adecuadamente los intereses del Estado y del pueblo colombiano".
"Nunca he tenido buenas relaciones con los ilegales", afirmó y acotó que actúa bajo "instrucciones" del presidente Uribe. "Lo que a mí me corresponde, por supuesto, es llegar a acuerdos, cumplir", sostuvo.
Restrepo indicó que las FARC deben entregar la lista de los guerrilleros que saldrían de las cárceles -unos 500- a cambio de los secuestrados que esta organización considera "canjeables".
"Que las FARC nos digan por alguna vía los nombres de quiénes son los que quieren que salgan de las cárceles", para avanzar hacia un acuerdo humanitario, subrayó el comisionado.
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