Este artículo se publicó hace 16 años.
Colonos judíos saquean tumbas musulmanas en el distrito cisjordano de Hebrón
Colonos judíos saquearon y profanaron varias tumbas musulmanas y dañaron propiedades palestinas después de que anoche el Ejército israelí desmantelara un enclave ilegal en el distrito cisjordano de Hebrón, informan hoy los medios locales.
El suceso ocurrió la pasada madrugada en las inmediaciones del asentamiento de Kiriat Arbá, en la ciudad de Hebrón, en el que residen fundamentalistas judíos, después de que fuerzas de seguridad israelíes evacuaran el vecino enclave.
Tras el desmantelamiento del mismo, los colonos destruyeron varias tumbas de un cementerio musulmán y pintaron sobre otras eslóganes contra árabes y musulmanes, además de provocar daños en 80 vehículos y varias viviendas palestinas.
El enclave desmantelado fue erigido por el dirigente ultra-derechista israelí Noam Federman, arrestado anoche por un contingente de fuerzas del Ejército y de la Policía de Fronteras, acusado de haber roto la mano a un policía.
En los disturbios que siguieron a su arresto, también fueron detenidas dos jóvenes, sospechosas de haber intentado incendiar un vehículo policial, y otro individuo.
Durante los disturbios en los que los colonos se enfrentaron a la policía, varios extremistas judíos exhortaron a responder violentamente a las fuerzas de seguridad.
"Esperamos que sean vencidos por sus enemigos, que todos ellos se conviertan en (el soldado israelí capturado) Guilad Shalit, que maten a todos y sean masacrados, porque eso es lo que se merecen", dijo uno de los radicales.
Los colonos, argumentan por su parte, que las fuerzas de seguridad evacuaron el enclave judío sin previo aviso, y que no dieron a sus residentes tiempo suficiente para sacar sus pertenencias.
Los llamamientos a la desobediencia civil violenta contra las fuerzas de seguridad centraron la orden del día de la reunión semanal del Consejo de Ministros en Israel, en la que el primer ministro, Ehud Olmert, condenó duramente los sucesos.
"Esta mañana -dijo Olmert- escuchamos de Hebrón llamamientos a dañar a las fuerzas de seguridad. He instruido al ministro de Defensa y de Seguridad Interior que actúen contra estas declaraciones instigadoras".
Añadió que el lugar de las personas que hacen ese tipo de declaraciones "es la cárcel".
El titular de Defensa, Ehud Barak, llamó la atención sobre la "seriedad de las declaraciones y la actividad de la derecha radical en los territorios (palestinos). Creo que los castigos son muy flojos y que el sistema legal debería centrarse en esto".
Un comunicado del Consejo de Asentamientos judíos condenó los ataques verbales, cuyos autores califica de "agitadores".
La ciudad dividida de Hebrón es constante foco de fricciones entre judíos y musulmanes, pues en su casco antiguo residen 600 colonos judíos rodeados por una población de más de 130.000 palestinos.
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