Este artículo se publicó hace 13 años.
Comer mucha carne roja eleva el riesgo de ACV en las mujeres
Las mujeres que consumenmucha carne roja se estarían arriesgando a sufrir un accidentecerebrovascular (ACV), según un estudio sobre más de 30.000participantes suecas.
El equipo halló que las participantes que más carneconsumían (por lo menos 102 gramos por día) eran un 42 porciento más propensas a sufrir un ACV por obstrucción del flujode sangre al cerebro que las que menos carne consumían (25gramos) a diario.
Las dietas ricas en carnes rojas están asociadas con unagran cantidad de efectos adversos, como un mayor riesgo dedesarrollar ciertos cánceres, enfermedad cardíaca y presiónalta.
Tres estudios habían analizado la relación entre las carnesrojas y el ACV. Sólo uno la pudo hallar.
Ahora, el equipo de la doctora Susanna Larsson, delInstituto Karolinska de Estocolmo, estudió a 34.670 mujeres de39 a 73 años. Ninguna tenía enfermedad cardiovascular o cánceral inicio del estudio, en 1997. En 10 años, 1.680 (el 4 porciento) sufrieron un ACV.
El ACV isquémico, que se produce por la obstrucción de unaarteria que suministra sangre al cerebro, fue el más común (enel 78 por ciento de los casos). El resto fueron por hemorragiacerebral o causas no específicas.
Al dividir a las mujeres en cinco grupos, según el consumode carnes rojas, las que consumían por lo menos 86 gramosdiarios tenían un 22 por ciento más riesgo de sufrir un infartocerebral que las que ingerían menos de 36,5 gramos diarios.
Las que más carnes procesadas consumían (por lo menos 41,3gramos) por día tenían un 24 por ciento más riesgo de sufrir unACV isquémico que las que menos cantidad diaria comían (menosde 12,1 gramos diarios).
Pero no hubo relación entre el consumo de carnes rojas oprocesadas y el riesgo de sufrir otros tipos de ACV; tampocoexistió con el consumo de carnes frescas o productos degranja.
Las carnes rojas elevaron el riesgo de sufrir un ACV en lasno fumadoras, pero no en las fumadoras, y en las mujeres sindiabetes, pero no en las diabéticas. Entre las mujeres que nofumaban y no tenían diabetes que más carne consumían, el riesgode sufrir un infarto cerebral aumentó un 68 por ciento.
Varios mecanismos explicarían esa asociación entre la carneroja/procesada y el riesgo de sufrir un ACV. Para el equipo,ambos tipos de carnes, por ejemplo, están relacionadas con lahipertensión, la primera causa de ACV.
El hierro de esas carnes también aceleraría la producciónde radicales libres que dañan los tejidos. Además, señala elequipo, las carnes procesadas son ricas en sodio, que aumentala presión sanguínea.
FUENTE: Stroke, online 16 de diciembre del 2010
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