Este artículo se publicó hace 13 años.
Los comicios parlamentarios letones terminan en calma y empieza el escrutinio
Las elecciones parlamentarias anticipadas celebradas hoy en Letonia concluyeron en un clima de calma, sin incidencias destacables, tras lo cual se dio comienzo al escrutinio, informó la Comisión Electoral Central (CEC) de la vecina república báltica.
"La jornada de votación transcurrió en absoluta normalidad", dijo en conversación con Efe un portavoz de la CEC, que precisó que el nivel de participación ciudadana y los primeros resultados de los comicios se conocerán durante esta noche.
Hacia las 16.00 hora local (13.00 GMT), a cuatro horas del cierre de los colegios, había acudido a las urnas un total de 639.813 electores, o el 42,88 por ciento de los ciudadanos con derecho a voto.
A juzgar por todo, la participación será similar a la de las elecciones pasadas, celebradas en octubre de 2010, cuando fue del 62,62 por ciento.
Según la ley electoral letona, los comicios son válidos independientemente del número de electores que acuda a las urnas.
Por decisión de la CEC, en algunos colegios de Riga se extendió el horario de votación para que pudieran emitir sus sufragios, al término del sabbat, los miembros de la comunidad judía.
"El principal problema de las elecciones letonas es la situación de los llamados 'no ciudadanos', que no tienen derecho a voto", declaró el observador ruso Alexandr Brod, alusión a los habitantes de Letonia que no cuentan con carta de ciudadanía, entre ellos 350.000 rusohablantes.
Los 100 diputados del Seima (Parlamento) se eligen por listas de partidos en cinco circunscripciones electorales, con un total de 950 colegios.
Además, los letones pueden ejercer su derecho a voto en el extranjero, para lo que fueron habilitados 77 colegios electorales en 34 países.
En los comicios de hoy, de carácter extraordinario, participaron trece formaciones políticas, que para acceder al Parlamento necesitan obtener al menos el 5 por ciento de los votos emitidos.
La actual crisis institucional estalló en mayo pasado cuando el entonces presidente, Valdis Zatlers, decidió convocar un referéndum de disolución del Parlamento, aduciendo que los diputados habían traicionado la confianza que les dio el pueblo en los comicios de octubre de 2010.
Zatlers, que recientemente fundó una nueva formación política, el Partido de la Reforma, acusó al Seima de proteger a los diputados implicados en casos de corrupción.
La iniciativa le costó el puesto a Zatlers, ya que en junio el Legislativo eligió al multimillonario letón, Andris Berzins, como nuevo presidente.
Con todo, un 94 por ciento de letones respondieron a la llamada de Zatlers y votaron en el plebiscito a favor de la convocatoria de comicios extraordinarios.
El descontento con la actual clase dirigente del país báltico es tan grande que las elecciones podrían ser ganadas por vez primera por el partido prorruso Centro de Armonía (CA), según apuntan los sondeos.
Sin embargo, el primer ministro letón Valdis Dombrovskis, se mostró convencido de que no de que las elecciones no supondrán grandes cambios
"Lo importante es que la gente haga una opción correcta y vote partidos que no estén vinculados con los oligarcas", señaló el jefe del Gobierno en declaraciones a pie de urna.
Agregó que espera un "buen resultado", que "permita al Gobierno garantizar el desarrollo estable del Estado".
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