"La Concertación impide la dispersión progresista en Chile"

Carolina Tohá es un personaje singular en el panorama político chileno. Es hija de José Tohá, ministro del Interior y de Defensa con Salvador Allende, que fue víctima de la dictadura de Pinochet. Ella vivió el exilio en México. Actualmente es la responsable de la Secretaria General del Gobierno, el órgano que actúa como portavocía del Gobierno. Tohá, doctora en Ciencias Políticas por la Universidad de Milán, ha sido una de las protagonistas más destacadas en el proceso chileno.

Reconciliación es una palabra clave en la historia reciente tanto de España como de Chile. Es un complejo ejercicio social, que debe estar respaldado por una convicción personal.

Personalmente, lo que yo viví de niña con el golpe de Estado y la muerte de mi padre me moviliza a tratar de cortar la cadena de la violencia. Creo que es una necesidad de los que fuimos víctimas hacer que nuestra experiencia ayude hacia el futuro, para que aprendamos hasta dónde se puede llegar cuando el odio se adueña de los países y evitemos que la historia se repita.

¿Es este uno de los motivos principales quele empujaron a participar en política?

Comencé a hacer política como una necesidad. Yo era una joven estudiante y en Chile vivíamos una dictadura. No pensé en mis vocaciones ni en mis proyectos futuros, pensé simplemente en que no quería seguir viviendo sin libertad el resto de mi vida. Después, ya en democracia, opté por la política porque estoy convencida de que es una herramienta decisiva para hacer cambios en la sociedad, para remover injusticias y mejorar la vida de las mayorías. A pesar de sus carencias y limitaciones, la política sigue marcando una gran diferencia en el devenir de los países y de sus ciudadanos.

"Me sorprende el apoyo que Aznar le ha dado al derechista Piñera"

 Hay sectores de la población que critican cierta timidez a la hora de hacer cambios radicales en Chile.

Si uno observa el Chile de hoy y lo compara con el que teníamos cuando volvió la democracia, ve cambios gigantescos. Incluso, si miramos hace sólo 10 años atrás, las transformaciones son muy profundas. Se ha reducido la pobreza a un tercio, dejando atrás miedos y prejuicios que nos ahogaban como sociedad, y hemos construido una democracia sólida y vigorosa. Hicimos avances importantes pero queda un gran trecho por recorrer, particularmente en la educación pública.

¿Cómo ha enfrentado Chile la crisis internacional? ¿Qué resultados están obteniendo?

Chile ahorró en los años de vacas gordas y, gracias a ello, nos preparamos para los malos momentos. La crisis ha sido el foco principal de nuestra acción durante el último año y hemos avanzado en una política fiscal muy activa que ha implicado aumentar la inversión pública y sostener la economía sobre la base de proyectos impulsados desde el Estado, generando miles de puestos de trabajo. Parte de las medidas impulsadas fueron generadas después de un acuerdo entre Gobierno, trabajadores y empresarios. A ello se sumó un desarrollo muy acelerado de la política de protección social impulsada por la presidenta, Michelle Bachelet, que permitió mitigar el efecto de la crisis en los hogares.

Este es año de elecciones. Las coaliciones caracterizan la oferta política en Chile y vuelve el ex presidente Eduardo Frei, democristiano, como candidato de la Concertación.

La Concertación de Partidos por la Democracia ha sido posible gracias a la profunda convicción de un amplio sector político del centro y la izquierda de la necesidad de construir mayorías. Para eso ha sido necesario cultivar un entendimiento en la diversidad, que algunas veces es complejo. De lo contrario, imperaría la dispersión de las fuerzas progresistas, y eso sólo beneficiará a los sectores conservadores y de derecha.

"La política social de la presidenta ha mitigado el efecto de la crisis"

¿A qué sectores de la sociedad representa la coalición que respalda al candidato derechista Sebastián Piñera?

Él es el candidato de los dos grandes partidos de la derecha, UDI y RN. Quizás en la perspectiva de un español o de cualquier europeo, la derecha chilena se parece más a una ultraderecha, ya que sigue con un discurso muy restrictivo respecto al rol del Estado, tiene dudas respecto a los derechos sociales, teme al avance de los derechos de los trabajadores y niega y obstaculiza el desarrollo de libertades individuales básicas.

¿Qué tipo de intereses podría tener el ex presidente español José María Aznar para manifestarse abiertamente a favor de Piñera en lugar de Frei, un democristiano como él?

Sus intereses y motivaciones las desconozco. Sin embargo, sus palabras sorprenden, porque en otro momento, cuando él era gobernante, se mostraba muy cercano al Gobierno chileno, que en esa época encabezaba Eduardo Frei, y no parecía tener los reparos ni las preferencias que hoy manifiesta. Quizá Aznar ha evolucionado más hacia la derecha.

El golpe de Estado contra el Gobierno hondureño del presidente Zelaya y su llegada a la Embajada de Brasil en Tegucigalpa, implica retos para la democracia en América Latina y para sus líderes. ¿Qué postura tiene Chile en este conflicto?

La posición de Chile sobre Honduras ha sido clara: rechazo al golpe de Estado, defensa de la democracia y apoyo a toda iniciativa que permita, a través del diálogo, que esta se restituya.