Este artículo se publicó hace 14 años.
El concierto de Granados puede estrenarse fuera si hay poco interés en España
El director de orquesta Melani Mestre, que ha hallado y completado el único concierto escrito por Enrique Granados hace cien años, espera poder estrenar la obra en España, aunque no descarta hacerlo en el extranjero en caso de no suscitar interés suficiente entre las orquestas y los festivales españoles.
Melani Mestre encontró en septiembre del pasado año la partitura original del Primer Concierto para piano y orquesta, "Patético", escrito por Granados hacia 1910, en la Sección de Música de la Biblioteca de Catalunya, en Barcelona, donde se guarda un fondo documental del célebre compositor español, y que coincidía con un esbozo de la partitura que halló un año antes en el rastro de París.
El manuscrito, firmado por Granados y dedicado al compositor y pianista francés Camille Saint-Saens, amigo suyo, consta del primer movimiento (Lento-Allegro grave ma non molto), de unos 20 minutos de duración, y se apunta brevemente y con lápiz apenas visible el comienzo del segundo movimiento "Andante", que dejó inconcluso.
El director barcelonés se encontró además con la sorpresa de que la partitura correspondía a "una gran obra, lista para ser terminada y darse a conocer", por lo que decidió completarla con un segundo y un tercer movimiento basados en piezas del mismo Granados (Danza española nº 2 "Oriental", el Capricho español, y el Allegro de concierto), alargando su duración hasta unos 35 minutos.
Mestre ha explicado en una entrevista con Efe que ya ha hecho gestiones con algunas orquestas españolas para que el concierto pueda ser estrenado en primicia mundial, y en este sentido cita a la Orquesta Nacional de España, la Orquesta de RTVE, la Orquesta Sinfónica de Baleares y la Orquesta de les Terres de Lleida.
Por el contrario, asevera que "no ha habido manera" de ponerse en contacto con el gerente de la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña, y que lo único que le han transmitido desde esta formación musical es que "la temporada 2010-2011 ya está cerrada".
Pese a la importancia del hallazgo, Melani Mestre todavía no ha cerrado ningún acuerdo para el estreno, una situación que a su juicio obedece a que, "en este país, para que te reciba el gerente de un auditorio, te puedes pasar cinco años, y al cabo de cinco años te dirán que para los próximos cinco años ya está todo programado", ilustra con un punto de exageración.
"Lo óptimo -estima Mestre- sería poder estrenar el concierto en Cataluña, pues Granados fue un compositor nacido en Lleida, y creo que allí haría mucha ilusión poder escuchar esto por primera vez, en el auditorio Enrique Granados, que es uno de los mejores de Europa, o como mínimo en Barcelona o en alguno de los festivales de verano, que podrían ofrecer una 'world premiere'".
No obstante, el director señala que, "de no poder ser, porque las temporadas se planifican con mucha antelación, o simplemente por falta de interés, lo que a veces ocurre, desgraciadamente", no descarta estrenar la obra "en Londres, en Alemania, en Japón o -añade- con mi Orquesta Sinfónica de Lviv, en Ucrania".
"Si estuviéramos en Inglaterra o Alemania ya se habría estrenado, porque tienen tradición musicológica, dan el valor que corresponde a su patrimonio musical y artístico, y habría una gran disputa para ver quién estrena el concierto en primicia mundial", indica el director barcelonés.
En cambio, añade, "aquí acostumbra a ser al revés, primero, porque nadie es profeta en su tierra y gran parte de los directores de las orquestas españolas son extranjeros y no valoran del mismo modo a los autores e intérpretes españoles".
Melani Mestre decidió completar el concierto inacabado de Granados porque "un concierto romántico de estas características ha de tener tres movimientos; es como una norma en la historia de la música", y se apoya en la voluntad de Granados de escribir una obra larga, que quedó incompleta quizás por cuestiones de trabajo y por su trágica muerte en un naufragio en 1916.
Para completar la obra, lo que le ocupó más de tres meses, Mestre se documentó sobre "la forma de Granados de orquestar, los timbres, los colores, y, una vez absorbido su estilo y analizado lo que él ya había escrito para este concierto, sencillamente lo desarrollé de la misma manera -explica-, siempre pensando en que lo añadido por mi parte no significara adulterar la música de Granados".
Mestre asegura que completar la obra inconclusa de un compositor por uno posterior es una práctica habitual en el mundo musical y, en este sentido, recuerda que el mismo Granados ya acabó una obra de su amigo Albéniz y se atrevió a hacer una orquestación de un concierto para piano de Chopin.
Añade que, aparte del hecho de haber recuperado la partitura "tras pasar 100 años sin que nadie pusiera los ojos sobre ella", considera que, "si alguien podía completar el concierto, yo tenía bastantes números para hacerlo, porque pertenezco -prosigue- a una generación de pianistas formados en la 'escuela Granados'".
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