La Audiencia Nacional ha condenado a Jon Guevara a dos años de prisión por fabricar un artilugio explosivo con los anagramas de ETA y de la ilegalizada Jarrai, que fue intervenido en su vehículo tras ser detenido en enero del año pasado en Irún (Guipúzcoa).

Así lo ha acordado la sección primera de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional en una sentencia en la que condena a Guevara por un delito de fabricación de aparato explosivo con las circunstancias atenuantes de toxicomanía y confesión.

Según explica la sentencia, sobre las ocho de la tarde del 3 de enero de 2009 Guevara paró su vehículo en Irún a unos diez metros de un control de la Guardia Civil, cuyos agentes encontraron en el interior del coche diverso material pirotécnico.

Ante ello le preguntaron si transportaba algo más, contestándole el acusado que llevaba un artilugio explosivo, que tenía dibujado por el propio procesado el anagrama de ETA y la leyenda "Jarrai".

Para la Audiencia Nacional no cabe duda del carácter explosivo del artilugio y "de que su confección y tenencia, no reglamentada y autorizada, supone un peligro" y que "su finalidad era, al menos, contribuir a alterar gravemente la paz pública".

El Tribunal concluye que la elaboración del artilugio explosivo "ha sido pensada para causar graves daños", pues se le añadió metralla y un sistema de propulsión previo a la explosión.

Además, la resolución recuerda que el acusado también llevaba varios cohetes pirotécnicos con varilla y un tubo hueco, de los usados "para actos de vandalismo relacionados con el apoyo a ETA".

En el juicio el acusado dijo que era aficionado a la pirotecnia, que le gustaba "hacer experimentos" y negó pertenecer a la organización terrorista.

Además, reconoció que, menos heroína, consumía todo tipo de sustancias tóxicas.