Este artículo se publicó hace 15 años.
Condenan a Al Kassar y a un chileno a más de 20 años de cárcel por la venta de armas a las FARC
El traficante sirio Monzer Al Kassar y el chileno Luis Felipe Moreno Godoy fueron condenados hoy a más de 20 años de prisión por un tribunal de Estados Unidos por acordar la venta ilegal de armas a la guerrilla de las FARC, informó la Fiscalía federal de Manhattan.
Al Kassar fue condenado a una pena de 30 años de cárcel, y su socio chileno recibió 25 años de prisión, informó la fuente.
Al Kassar, conocido como el "príncipe de Marbella", fue declarado culpable el 20 de noviembre pasado de tráfico de armas junto a su socio chileno.
El empresario sirio, que tiene deudas pendientes con la Justicia en Argentina, fue detenido en 2007 en Madrid al caer en una trampa por la que varias personas se hicieron pasar por miembros de la guerrilla interesados en comprar 12.000 armas para atacar a agentes estadounidenses en Colombia.
Al Kassar estaba dispuestos a vender las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) cargamentos valorados en millones de dólares de misiles tierra-aire, lanzagranadas, toneladas de explosivos, miles de ametralladoras y cuantiosa munición, según explicó hoy la Fiscalía en un comunicado.
"También Al Kassar prometió proporcionar mil hombres para luchar con las FARC contra militares de Estados Unidos en Colombia y facilitar campos de entrenamiento en su país (Siria) a las FARC", agregó.
El detenido, que fue extraditado y enviado a Nueva York el pasado junio, argumentó que tanto él como Godoy Moreno eran titulares de una empresa legal de venta internacional de armas y creían que el trato que se les ofreció antes del arresto también era legal.
El ciudadano sirio aseguró que desconocía que las armas fuesen para las FARC porque, "de haberlo sabido, lo hubiera denunciado inmediatamente", según explicó en España en 2007, donde incluso dijo haberlo consultado con un inspector de policía, quien según él le comentó que no había problema alguno.
Como parte del proceso de extradición, Estados Unidos garantizó al Gobierno español que no pediría cadena perpetua para el empresario sirio.
Antes de su extradición, Al Kassar pidió que no se le entregara porque estaba convencido de que en Estados Unidos no tendría garantía de un juicio justo "por ser árabe".
Aseguró que no cometió "ningún delito" y que lo reclaman por una "venganza política" debido a unas declaraciones críticas contra el presidente estadounidense, George W. Bush, que realizó en una entrevista.
En Argentina, Al Kassar fue acusado de cometer irregularidades en la tramitación y la obtención de la ciudadanía de ese país, que logró en tan solo 24 horas.
El fiscal federal de Manhattan, Lev Dassin, agradeció la colaboración de la policía española y a la aduanera de Rumanía por la colaboración que prestaron a las autoridades estadounidenses en este caso.
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