El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, y el embajador de Honduras ante ese organismo, Carlos Sosa, condenaron hoy el golpe militar y pidieron el restablecimiento del orden constitucional en ese país, al iniciar una reunión urgente para tratar la crisis.

"Esto ha sido un golpe militar (...) y tenemos que señalar que se debe restablecer el orden constitucional", dijo Insulza al inicio de la sesión extraordinaria del Consejo Permanente del organismo regional.

Insulza, que convocó la reunión al solo enterarse del golpe militar, consideró que Honduras afronta una "situación extremadamente grave", porque en ese país ha habido una "alteración del orden constitucional".

El secretario general de la OEA confirmó que el presidente Manuel Zelaya, detenido por militares esta madrugada, se encuentra ahora en Costa Rica en calidad de visitante, pero que este "no ha pedido asilo político".

Por su parte, el embajador hondureño ante la OEA, Carlos Sosa, secundado por otros diplomáticos, entre ellos los de Paraguay, Brasil, Nicaragua y Venezuela, pidió que el organismo regional emita una resolución de condena ante el golpe militar en su país.

"Honduras solicita de ustedes la condena manifiesta, enfática, del golpe", dijo Sosa, quien no descartó solicitar una reunión extraordinaria de la Asamblea General de la OEA para tratar el asunto.

Al recordar que el viernes pasado había advertido a la OEA sobre la evolución de la crisis en su país, Sosa enfatizó: "infortunadamente, la madrugada de hoy los hechos parecieron darnos la razón de una manera brutal".

Sosa dijo que recibió una llamada de la familia de Zelaya que le relató lo sucedido en la residencia del presidente y cómo, según sus familiares, Zelaya fue "golpeado, secuestrado, y sacado del país".

A su turno, los embajadores de Nicaragua, Brasil, Paraguay y Venezuela, condenaron el golpe y exigieron que se restablezca el orden constitucional en Honduras.