El conductor que mató a un ciclista en La Rioja insiste en que éste se saltó el "stop"

Tomás Delgado, el conductor que atropelló mortalmente a un joven ciclista y después pidió a sus padres una indemnización por los daños en su vehículo, ha insistido hoy en que el chico se saltó una señal de "stop" y ha lamentado que le hayan utilizado como "cabeza de turco" en este asunto.

Así lo ha relatado el Fiscal Superior de La Rioja, Juan Calparsoro, tras reunirse durante hora y media con Delgado y su abogado, quienes no hicieron declaraciones a los medios de comunicación.

Calparsoro se entrevistará la próxima semana en Madrid con el fiscal delegado de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, para concluir su informe sobre la reapertura del caso judicial por el atropello mortal del joven Enaitz Iriondo.

El caso se remonta al 26 de agosto de 2004, cuando este chico, de 17 años y natural de Durango (Vizcaya), regresaba en bicicleta al cámping de Castañares de Rioja, donde se encontraba de vacaciones con sus padres, Antonio y Rosa.

Un mes después del atropello mortal, el Juzgado de Haro (La Rioja) acordó archivar las diligencias porque se consideró que el hecho no supuso una infracción penal.

El conductor, vecino de Santo Domingo de la Calzada (La Rioja), reclamó en marzo de 2006 a los padres de Enaitz 20.000 euros en concepto de los daños ocasionados a su vehículo, un Audi A-8, y los gastos de alquiler de otro coche.

Sin embargo, debido a la presión social por la aparición de los padres en diversos medios de comunicación, en el juicio celebrado el pasado 31 de enero en Haro, Delgado decidió retirar la demanda, pero le condenaron a abonar las costas del juicio.

El Fiscal Superior de La Rioja ha explicado que Delgado ha ratificado su versión de que "el ciclista se le echó encima y no pudo hacer ninguna maniobra evasiva, por lo que no tuvo posibilidad de reaccionar" y ha lamentado "mucho" lo sucedido.

Ha asegurado que se encontraba en "buen estado psicofísico", no había consumido drogas, y en cuanto al alcohol, ha dicho que tomó algo que le ofreció alguien que estaba por allí, tras el atropello.

El conductor sí ha reconocido que circulaba a velocidad algo superior a lo permitido, pero "sólo un poco más" de 90 kilómetros por hora.

En su declaración ante el Fiscal Superior, Delgado se ha quejado por haber sido tratado "injustamente", ya que sostiene que esta situación "le podría haber pasado a cualquiera".

En cuanto al nuevo atestado elaborado por la Unidad Central de Reconstrucción de Accidentes de la Dirección General de Tráfico, Calparsoro ha detallado que los agentes aseguran que Delgado circulaba a más velocidad que la que recogía el anterior informe y que su tasa de alcoholemia estaba entre 0,23 y 0,27 (lo legal es 0,25).

También consideran que el choque se situó en oblicuo, a unos 45 grados, por lo que en el momento del golpe el ciclista no se encontraba en posición perpendicular a la carretera, aunque el joven pudo hacer una maniobra cuando oyó el coche.

Los dos testigos del accidente, cuya declaración es "muy importante", según Calparsoro han declarado que tanto el coche como el ciclista venían a "mucha velocidad" y tuvieron la "mala suerte" de encontrarse en una intersección, ha dicho Calparsoro.

Además, en el informe del Ministerio Público figuran los testimonios de los padres del joven, los guardias civiles y del conductor de la ambulancia que acudió al lugar del accidente.

El próximo lunes, Calparsoro se pondrá en contacto con el fiscal delegado de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, para decidir si se reúnen el miércoles o el jueves, cuando anunciarán si solicitan la reapertura judicial de este caso.

La Fiscalía Superior de La Rioja enviará entonces su informe a la juez de Haro encargada de este asunto.

La reapertura del caso, que está sobreseído, es difícil debido a un problema procesal, pero "hay un resquicio" legal, según ha dicho Calparsoro, ya que si no se pudiese reabrir, él no habría realizado este informe.