Este artículo se publicó hace 17 años.
La conferencia de paz sobre Darfur se abre en Libia con la ausencia de varios grupos rebeldes
La conferencia de paz sobre el conflicto en la región sudanesa de Darfur se inaugura hoy en la ciudad libia de Sirte bajo el patrocinio de la ONU y la Unión Africana (UA), con la ausencia de varios movimientos rebeldes que decidieron boicotearla.
Después de seis minicumbres africanas y otras dos reuniones internacionales dedicadas al conflicto, las Naciones Unidas y la UA entienden que la reunión de Sirte representa un momento clave para resolver la crisis que estalló en febrero de 2003.
El emisario de la ONU para Darfur, Jan Eliasson, la ha calificado como una de las crisis más devastadoras para la Humanidad, con más de 200.000 muertos y dos millones y medio de refugiados que tuvieron que abandonar sus hogares.
La guerra civil en Darfur enfrenta a las fuerzas del Gobierno de Jartum, apoyadas por milicias árabes a las que se responzabiliza de muchas de las matanzas ocurridas, y a una serie de movimientos rebeldes originarios de la región que impugnan la autoridad del presidente sudanés, Omar Al Bachir.
El objetivo de la conferencia de Sirte es poner fin al conflicto aplicando el acuerdo de paz elaborado en mayo de 2006 en la ciudad nigeriana de Abuya, que contemplaba un inmediato cese de las hostilidades.
Ese acuerdo sólo ha sido firmado por uno de los grupos rebeldes, una de las facciones del autoproclamado Ejército de Liberación de Sudán (ELS) liderada por el jefe tribal Minni Minnawi.
La reunión de Sirte, en el que el líder libio Muamar Al Gadafi asume su parte de protagonismo como mediador, ha perdido consistencia ante la decisión de siete de los doce grupos rebeldes de no asistir a la misma.
El principal grupo rebelde denominado ELS original, dirigido por su jefe histórico, Abdelwahid Nur, exiliado en Francia, decidió abstenerse y la misma actitud ha sido adoptada por otras cinco facciones del mismo, así como por el autoproclamado Movimiento para la Justicia y la Igualdad (MJI).
Pese a esas ausencias, Eliasson y el coordinador de la UA, Selim Hamed Salim, han decidido mantener el encuentro con la esperanza de que los ausentes se incorporen más tarde a las negociaciones.
En Sirte van a participar dos grupos disidentes del MJI, el llamado Movimiento nacional para la reforma y el desarrollo (MRD), el Frente de las fuerzas revolucionarias (FFR) y otra facción minoritaria del ELS.
Estados Unidos han enviado al emisario Andrew Natsios; Francia, al ministro de Agricultura, Michel Barnier; y China, al diplomático de alto rango Liu Guijin.
Estarán presentes también el presidente de la comisión africana, Alfa Omar Konaré, y el secretario general de la Liga Arabe, Amro Mussa, junto a otros enviados internacionales.
Por su parte, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó el miércoles pasado una declaración en la que apela a todas las partes a cesar las hostilidades y les pide que asistan a la conferencia.
"El Consejo pide que todas las partes asistan plenamente y de manera constructiva a las conversaciones y, en un primer paso, se entiendan para proclamar un alto el fuego que será supervisado por la ONU y la UA", afirma la declaración de los quince miembros del órgano de las Naciones Unidas.
Sobre esta reunión va a pesar el clima de tensión creado por el ataque, el 6 de este mes, contra una base de la fuerza militar africana de paz en el sur del Darfur, en el que murieron diez soldados, ocho resultaron heridos y otros cuarenta desaparecieron.
El asalto a la base de Haskanita no ha sido reivindicado por ningún grupo rebelde, pero en opinión del comandante de la base la autoría apunta a alguno de ellos.
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