Este artículo se publicó hace 16 años.
El Congreso argentino aprueba la nacionalización de pensiones
Los diputados argentinos aprobaron en la madrugada del viernes al proyecto oficial para nacionalizar 25.000 millones de dólares (unos 19 millones de euros) en fondos de pensiones privados, pese a las críticas de gran parte de la oposición que ve en la medida un intento del Gobierno de procurarse fondos.
Tras un debate de varias horas que comenzó el jueves y se prolongó hasta las primeras horas del viernes, el proyecto del Gobierno logró 160 votos a favor y 75 en contra, por lo que obtuvo media sanción, a espera de que pase al Senado el 20 de noviembre.
El partido de la presidenta, Cristina Fernández, goza de mayoría en ambas cámaras, aunque por una pequeña diferencia en el Senado.
Las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Previsión habían aprobado el martes el plan, que según el Gobierno intenta proteger de la crisis financiera global las futuras pensiones de jubilación de los 9,5 millones de argentinos afiliados al sistema privado.
Las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP), que afirman tener invertido el dinero en acciones, bonos y depósitos bancarios siguiendo las estrictas regulaciones oficiales, se oponen al plan oficial.
El inesperado anuncio de la iniciativa el mes pasado afectó a los mercados argentinos, que lo interpretaron como una nueva intervención del Gobierno en la actividad privada.
Además, alimentó las dudas sobre la capacidad real del país de afrontar los vencimientos de deuda de los próximos meses, porque los inversores creen que la multimillonaria cartera que pasará a administrar el Estado, mas las contribuciones mensuales de los trabajadores, se utilizarán para realizar esos pagos.
El Gobierno debe afrontar vencimientos de deuda por valor más de 20.000 millones de dólares en 2009, de los que ya contaría con unos 8.000 millones. El resto tendrá que captarlos en operaciones de mercado.
Para ganarse el apoyo de los grupos pequeños de oposición, según los medios, el Gobierno ha accedido a formar un comité que supervise cómo se gastan los fondos. Sin embargo, los aliados del partido en el poder ocuparán la mayoría de las plazas del comité, según la prensa local.
Los argentinos miran con recelo al plan oficial, que recuerda a tiempos pasados en los que los gobiernos se valían de las jubilaciones para satisfacer necesidades financieras, aunque al mismo tiempo cuestionan la gestión de los fondos por parte de las administradoras privadas y las altas comisiones que cobran.
El miércoles, varios miles de personas se manifestaron frente al Congreso para protestar contra el proyecto.
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