El Congreso de Cultura Iberoamericana debate la situación de los inmigrantes bolivianos

Los bolivianos y las pésimas condiciones en que en general viven en la ciudad brasileña de Sao Paulo fueron el eje de la discusión en la mesa dedicada hoy a las migraciones en el II Congreso de Cultura Iberoamericana.

Tras coincidir en la visión de América Latina como una tierra de mestizaje, que recibió inmigrantes de todo el mundo y que ahora exporta a las personas empujadas por sus condiciones, el debate se trasladó a los movimientos "sur-sur".

En concreto, la mesa sobre "Migraciones, fronteras y nuevos territorios culturales" dedicó buena parte de su tiempo a la situación de los numerosos bolivianos que viven en Sao Paulo, incluso a pesar de que no asistió el ministro de Cultura de ese país, Pablo Groux, que había sido anunciado por la organización.

La socióloga chilena Oriana Jara, presidenta de la ONG Presencia de América Latina, comentó que la "invisibilidad" de los bolivianos que trabajan en muchas ocasiones "en condiciones análogas a la esclavitud" es lo que los hace todavía incluso más "útiles".

"Salen cuando no hay nadie, los domingos. Trabajan en la fábrica de costura, donde viven, comen. Todo donde uno no los ve, lo que resulta confortable", denunció Jara.

La chilena valoró "muy bien" la campaña de la Corte Nacional Electoral (CNE) que llama a los bolivianos a registrarse en el censo biométrico de cara a las elecciones del próximo 6 de diciembre y que se haya instaurado el voto en el exterior.

Sin embargo, ironizó que le "gustaría que la misma dedicación que tienen para pedir el voto, la tuviesen para cuidar a las personas con dignidad, con trabajo y con seguridad social".

Por su parte, el brasileño Helion Póvoa, de la Universidad de Sao Paulo (USP), también habló de un afamado mercado que reúne los domingos a los bolivianos para comer platos típicos de su tierra y escuchar su música, entre otras muchas cosas.

Póvoa mostró su preocupación porque "en la medida en que la cultura es vista como exótica, eso va a ayudar a apresarlos en un gueto" y las reuniones de bolivianos acaban "como una buena diversión de domingo para comer salteñas que no mejora la visión sobre ellos".

"Por otro lado, mi esperanza es que el contacto con ellos y su mayor visibilidad, permita una aceptación. Es mejor tener contacto con exotismo que no tener ningún contacto. La convivencia puede hacer transitar del exotismo a la aceptación", agregó.

En Sao Paulo, en el II Congreso Iberoamericano de Cultura participan políticos y representantes del mundo del arte y el conocimiento de 22 países de América Latina, España, Portugal y del África de lengua portuguesa.

Hoy se cumplió la última jornada de debates del congreso, aunque la cita en Sao Paulo continuará mañana con la Reunión de Ministros de Cultura de los Países Iberoamericanos.