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Otra consecuencia de la violencia familiar: los niños obesos

Reuters

Por Rachael Myers Lowe

Los hijos pequeños de mujeresque sufren el abuso de sus parejas tienen riesgo de ser obesos,indicó un estudio en Massachusetts.

Cuando más frecuente es el abuso, mayor es el riesgo de quelos niños en edad preescolar, en especial las niñas, seanobesas y, por lo tanto, tengan alto riesgo de desarrollardiabetes, enfermedad cardíaca, cáncer y otros problemas en laedad adulta.

"Siempre es grave ver que el impacto que tienen lasadversidades en la niñez tienen resultados de largo plazo en lasalud", dijo Renee Boynton-Jarrett, de la Escuela de Medicinade Boston.

Varios estudios habían probado los lazos entre laexposición a las adversidades en la niñez y los problemasemocionales y de salud en la edad adulta.

Este es el primer estudio que, para los autores, sugiere laexistencia de una relación entre la violencia contra las madresy la obesidad en los niños pequeños.

El equipo de Boynton-Jarrett estudió a 1.595 niños nacidosentre 1998 y el 2000. Primero entrevistó a las madres cuandonacieron los niños y hasta que cumplieron 5 años y luego midióla altura y el peso de los niños cuando tenían 3 y 5 años. Lamayoría de los padres no estaban casados.

A los 5 años, casi la mitad de los niños (788 o el 49,4 porciento) habían presenciado hechos de violencia familiar y 263niños (16,5 por ciento) eran obesos, es decir, tenían un índicede masa corporal (IMC) superior al 95 por ciento del IMC de lapoblación general de la misma edad.

En el período del 2005 al 2006, el 11 por ciento de losniños de entre 2 y 5 años tenían sobrepeso.

El equipo de Boynton-Jarrett halló que los hijos de mujeresvíctimas de abusos crónicos en el hogar eran un 80 por cientomás propensos a ser obesos a los 5 años que los hijos demujeres que no habían sufrido abusos.

La relación entre la exposición a la violencia doméstica yla obesidad fue más sólida en las niñas que en los varones, ytambién en los hijos de las mujeres que habían dicho que vivíanen barrios "menos seguros", precisó el equipo en Archives ofPediatrics and Adolescent Medicine.

Varios factores pueden influir en el peso infantil, como laalimentación, el tiempo frente a la televisión, el peso alnacer, la depresión materna y el tabaquismo durante elembarazo.

En el estudio, tras considerar esos factores, se mantuvo larelación entre la obesidad y la exposición a la violenciadoméstica.

"Los resultados son aplicables a las poblaciones dedistinto nivel socioeconómico", dijo Boynton-Jarrett a ReutersHealth.

Según los Centros para el Control y la Prevención deEnfermedades, la violencia doméstica es un "problema grave" enEstados Unidos; casi 5 millones de mujeres la padecen todos losaños. Se estima que entre 3 y 10 millones de niños son testigosde esos ataques cada año.

Las intervenciones para prevenir la obesidad "deben teneren cuenta el impacto de la violencia familiar" en el riesgo deser obeso. Para el equipo, los programas para prevenir laviolencia doméstica y la obesidad infantil se deberían diseñarpara funcionar en conjunto.

"Si podemos unir ambos esfuerzos, podríamos mejorar laprevención de la obesidad infantil", dijo Boynton-Jarrett.Mejorar la seguridad de la comunidad también reduciría elproblema.

FUENTE: Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine,junio del 2010.

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