Este artículo se publicó hace 15 años.
El Consejo de Derechos Humanos inicia una nueva sesión con EEUU como miembro
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU comenzó hoy una nueva sesión de tres semanas con la participación, por primera vez desde su creación, de Estados Unidos como uno de sus 47 miembros.
La secretaria de Estado adjunta para asuntos de organizaciones internacionales, Esther Brimmer, intervendrá en la jornada de hoy ante el Consejo, un órgano dominado por la lucha de bloques y donde los países islámicos y los no alineados superan en fuerza a los occidentales.
"Al asumir este asiento en el Consejo, EEUU tiene intención de emplear su voz en favor de la promoción y la protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales", señaló hoy la misión estadounidense ante la ONU, en un comunicado.
"También animaremos a los miembros del Consejo a que trabajen para cumplir la misión que le fue encomendada a este órgano cuando se formó: que sea el foro de Naciones Unidas creíble, equilibrado y efectivo para la ampliación y el avance de los derechos humanos", agregó la misión.
Washington, que durante todo el periodo de la Administración de George Bush boicoteó este foro, contará con su asiento en el Consejo por un periodo de tres años, como el resto de los países.
La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navy Pillay, presentó al inaugurar hoy la sesión, su informe sobre la situación de estos derechos en el pasado año, con especiales referencias a la necesidad de acabar con la discriminación de todo tipo.
Pillay dijo que la discriminación afecta a todos los países y que combatirla es una de las prioridades de su mandato, así como acabar con la impunidad de los cada vez más frecuentes ataques contra civiles durante los conflictos armados.
"Ningún país del mundo puede vanagloriarse de que está libre de violaciones de los derechos humanos", señaló.
Entre los ejemplos de discriminación, citó 17 países europeos en los que se han registrado actos contra la comunidad gitana, entre ellos España, Hungría, Bulgaria, Francia o Reino Unido.
En relación al trato a los indígenas, dijo que en algunos países, entre los que citó a Bolivia, se han dado avances contra la discriminación de esta población, pero se refirió, en cambio, como preocupantes, a los recientes ataques mortales contra indígenas en Colombia.
Pillay también denunció que los derechos humanos de las mujeres siguen siendo violados en muchos países del mundo, y aunque dijo que se habían dado algunos progresos en la región del Golfo Pérsico, señaló que la situación en este terreno "sigue estando por debajo de los estándares internacionales".
Acerca del trato a los inmigrantes, lo calificó como "uno de los más graves problemas de derechos humanos en nuestro mundo actualmente", al tiempo que lamentó las muertes de numerosos clandestinos en los mares.
"Los Estados tienen la obligación de respetar y proteger los derechos humanos de todo individuo, incluidos los inmigrantes", subrayó Pillay, quien dijo que con frecuencia estos son tratados como "desechos peligrosos" en lugar de como seres humanos necesitados.
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