Este artículo se publicó hace 13 años.
El Consejo de Seguridad de la ONU condena a Siria por la violenta represión a manifestantes
El Consejo de Seguridad de la ONU condenó hoy al régimen sirio por la violenta represión que el Gobierno de Damasco ha ejercido contra la población civil desde el inicio de las protestas y pidió un cese inmediato de la violencia.
Tras dos meses de bloqueo, los miembros del Consejo expresaron hoy su condena ante "las violaciones generalizadas de los derechos humanos y el uso de la fuerza contra los civiles por parte de las autoridades sirias", en un texto que finalmente vio la luz como una declaración presidencial.
El Consejo de Seguridad pidió en esa declaración, leída por su presidente de turno, el embajador indio Hardeep Singh Puri, "el cese inmediato de toda la violencia" y exhortó "a todas las partes que actúen con la máxima moderación" y a que eviten "las represalias, incluso los ataques contra las instituciones del Estado" sirio.
La única voz disonante fue la de Líbano, cuyo representante en el máximo órgano de decisiones de la ONU explicó que Beirut "se desvincula de la declaración porque no aborda la actual situación" de Siria.
"El corazón del pueblo libanés está con los sirios", dijo el representante de ese país, que también subrayó que lamentan "profundamente la muerte de inocentes" en la nación vecina.
El texto aprobado también solicita a las autoridades del país árabe "el completo respeto a los derechos humanos" y que cumplan "con sus obligaciones bajo las leyes internacionales al respecto", al tiempo que asegura que "los responsables de la violencia deberán rendir cuentas" por sus actuaciones.
El máximo órgano de decisión de la ONU lamentó en su declaración "la falta de progresos" en la ejecución de "los compromisos de reforma anunciados por las autoridades sirias" y pidió al Gobierno del presidente Bachar al Asad que cumpla con las promesas anunciadas en distintas ocasiones desde que empezaron las protestas de la población.
Además, los miembros del Consejo subrayaron que "la única solución a la actual crisis en Siria es un proceso político interno sin exclusiones con el objetivo de responder efectivamente a las aspiraciones legítimas y las preocupaciones de la población".
Ese proceso de conducir, según expresó el Consejo de Seguridad, a un escenario de "pleno ejercicio de las libertades fundamentales para toda la población, incluidas la libertad de expresión y de asamblea pacífica".
Asimismo se solicitó a las autoridades sirias a "aliviar la situación humanitaria en las zonas en crisis cesando el uso de la fuerza contra las ciudades afectadas y permitiendo el acceso rápido y sin trabas de las agencias y los trabajadores humanitarios internacionales".
"Pedimos a las autoridades que cooperen con la Oficina del Alta Comisaria de los Derechos Humanos de la ONU", añade la declaración del Consejo, cuyos miembros solicitan al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, que los informe de la situación en Siria en una semana.
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