El Tribunal Constitucional avaló el lunes la mayor parte del Estatuto de Cataluña, poniendo fin a un largo debate sobre la constitucionalidad de un texto aprobado en referéndum por la ciudadanía catalana y recurrido por el Partido Popular hace cuatro años, según el fallo judicial.

La séptima ponencia, preparada por la presidenta del TC, María Emilia Casas, obtuvo seis votos a favor y cuatro en contra en una votación por bloques. La aprobación fue posible después de que Casas introdujera varias modificaciones a su ponencia para atraerse el voto de los magistrados más reticentes.

Según el fallo, carecen de eficacia jurídica las referencias en el preámbulo a "Cataluña como nación" y a la "realidad nacional de Cataluña" y se declaran nulos catorce puntos del texto, entre ellos los referidos al uso preferente del catalán en las administraciones públicas, al defensor del pueblo y principalmente los artículos relativos a la administración de Justicia y a la creación de un órgano de gobierno de los jueces en la región.

La decisión, que ya se esperaba puesto que prácticamente todos los políticos catalanes habían aparcado sus agendas para hoy, cayó como un jarro de agua fría entre los políticos de Cataluña y fue alabada tanto por el Gobierno central, que estima que el Estatuto no ha sido alterado de forma sustancial, como por el PP, que defiende que la sentencia les ha dado la razón.

El presidente catalán, José Montilla, se mostró "indignado" con la sentencia y pidió a los ciudadanos y partidos catalanes una respuesta masiva en las calles para defender un Estatuto cuya constitucionalidad siempre ha defendido.

"Como presidente de Cataluña acato la sentencia, pero acatar no quiere decir compartir (..) acatar no quiere decir renunciar. No renunciaré a nada de lo que se ha pactado, firmado y votado", dijo Montilla, en una rueda de prensa en el Palau de la Generalitat.

"No hay tribunal que pueda juzgar nuestra voluntad. Somos una nación", añadió el dirigente socialista.

EL TEXTO NO HA SIDO LIQUIDADO

Tanto Montilla como la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, resaltaron que el Constitucional había respaldado más del 95 por ciento del Estatut, por lo que estimaron que el PP no había logrado su objetivo de "liquidar" el texto.

Sin embargo, el PP se felicitó porque el tribunal "ha estimado parte del recurso del PP, cuestionando cerca de 40 artículos".

"Es momento de prudencia, de moderación, de responsabilidad, de acatar la sentencia y de estudiarla", dijo la portavoz parlamentaria del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, en rueda de prensa.

El fallo del TC, que reinterpreta también una treintena de artículos, se limita a dar sin detallar una lista de puntos que se declaran inconstitucionales, y habrá que esperar unos días para conocer la sentencia al completo.

El recurso de inconstitucionalidad, presentado por el Partido Popular en julio de 2006, afectaba a 114 artículos y 12 disposiciones y abordaba los aspectos más polémicos de un texto que fue aprobado por las Cortes catalanas y refrendado por el Parlamento español y por los ciudadanos catalanes en referéndum.

La decisión del alto tribunal, que tendrá cuatro votos particulares, se ha hecho esperar casi cuatro años, durante los cuales toda la atención se ha centrado en las discrepancias entre los diez magistrados, divididos entre conservadores y progresistas, y en los mandatos caducados de éstos.

Desde que entró en vigor en agosto de 2006, el Estatuto de Cataluña ha alumbrado 48 leyes, como la de educación, algunas de las cuales pueden verse condicionadas por el fallo conocido hoy. Uno de los puntos más importantes es el tema de la financiación, ya que el Estatut ha permitido incrementar los tributos cedidos a Cataluña, que ha pasado a gestionar el 50 por ciento del IVA y del IRPF.