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Las constructoras se abren a los mercados exóticos

Las constuctoras españolas exploran países como Emiratos Árabes, Gabón, Libia o Egipto

SUSANA R. ARENES

Si no hay negocio suficiente para las constructoras de infraestructuras en España, los mercados hasta ahora inexplorados e incluso los más exóticos pueden convertirse en un filón. La necesidad obliga. Este año y el próximo, el Ministerio de Fomento recortará la inversión en obra pública en 6.400 millones. De hecho, el tijeretazo que concretó el ministro de Fomento, José Blanco, el jueves pasado, obliga a rescindir 18 contratos, sobre todo, de FCC y de Acciona, y a retrasar 199 obras. En este escenario, las grandes empresas de este sector llevan meses abriendo el abanico de países interesantes que hace tres años, cuando no había crisis, no estaban en su mapa de expansión. Los Emiratos Árabes Unidos, Gabón, Libia, Egipto, China o India están ahora en la lista de territorios por explotar.

Los gigantes, como ACS, Ferrovial, FCC, Acciona, Sacyr Vallehermoso y OHL, no van a tener grandes problemas en ampliar su foco de expansión. Hace ya una década que están ganando contratos en toda Europa y Canadá y desde hace seis años en Estados Unidos, donde tienen seis autopistas y han comprado seis constructoras locales. No en vano, copan los primeros puestos, con ACS a la cabeza, en el ránking de mayores concesionarias de infraestructuras del mundo.

El recorte de obra pública las precipita a buscar más negocio fuera

La fuerte competencia en los mercados puede ser el único inconveniente que encontrarán estas empresas y que, en cualquier caso, corresponde a los gajes del oficio. El negocio internacional ya proporciona a la liga de los grandes entre el 25% y el 65% de los ingresos, con Ferrovial como número uno, seguido de OHL. Y no sólo tienen la posibilidad de ampliar el negocio fuera para compensar la caída del mercado doméstico, sino que también han diversificado hacia sectores como servicios y energía. Más difícil lo tendrán las constructoras medianas y pequeñas para salir fuera. Aunque la patronal Aerco ya prepara una plataforma internacional.

En Egipto, FCC, la constructora de Esther Koplowitz, ha ganado la primera concesión que licita el Gobierno y en Arabia Saudí, su filial de agua, Aqualia, se ha aliado a un socio local. Abu Dhabi está en la agenda, pero también Argelia y su plan de infraestructuras. 'En general, antes sólo íbamos a países muy maduros y ahora analizamos economías emergentes, que presenten seguridad jurídica y planes de infraestructuras', señala José Mayor Oreja, presidente de FCC Construcción, que confía en cerrar el año con el 60% del negocio en el exterior.

Argelia es territorio explorado para ACS, presidida por Florentino Pérez, que está afianzando su expansión y ya ha entrado en Libia, Venezuela, además de en países como Uzbekistán, a través de su filial de servicios industriales. Mientras, OHL, la empresa de Juan Miguel Villar Mir, está sacando provecho al negocio argelino, ya que ingresó en 2009 en este país 558 millones. Y ya ha puesto el foco en Arabia Saudí y Kuwait, además de en Turquía y China. También ha entrado en Qatar, donde construye un hospital.

China sigue siendo difícil: Acciona se vio obligada a romper con su socio

Qatar es otro de los mercados no habituales apetecidos por Ferrovial. La compañía de la familia Del Pino ha creado una filial en el país para servicios de infraestructuras. Prevé también crecer en Chipre, donde ha logrado una desaladora, y mira también a Australia.

A Sacyr le gusta África. En 2008, creó en Libia una filial y, en 2009, consiguió un contrato para instalar redes de servicios públicos en una urbanización de Benghazi. La empresa que preside Luis del Rivero ya está en Cabo Verde y en Angola y sigue atenta el plan de infraestructuras de Panamá, tras lograr en 2009 el mayor contrato del mundo en el Canal panameño. El 55% de sus proyectos, de una cartera de casi 55.000 millones, está fuera.

Argelia o Qatar se han convertido en mercados apetecibles

Para Acciona, la oportunidad está en Emiratos Árabes, en concreto, en Abu Dhabi donde va a abrir una oficina. Ya ha desembarcado en Gabón con un proyecto de puentes modulares y persevera en Corea del Sur con un parque eólico.

China, por ejemplo, sigue siendo un mercado difícil. El grupo de la familia Entrecanales tuvo que romper con su socio chino CASC en una planta de aerogeneradores porque le copiaba la tecnología. Mientras, ACS aún sigue pendiente de cerrar una alianza con la constructora china Citic que se fragua desde hace dos años.

La mayor democracia del mundo está de moda entre las constructoras, que se han convertido desde hace una década en grandes grupos de construcción y servicios. India figura entre los mercados con mejores oportunidades, a juicio de estas empresas. La pequeña de las grandes del sector, OHL, acaba de desembarcar en el país para construir una terminal de contenedores en el Puerto de Ennore por 230 millones de euros.

Ferrovial, por su parte, se ha instalado en India a través de su filial de gestión y tratamiento de agua, Cadagua, que el año pasado abrió una oficina allí para buscar nuevos contratos. Meses después, en marzo pasado, ya obtuvo frutos y logró una planta potabilizadora por 38 millones. Como anécdota, hace dos años, dos directivos de Ferrovial pasaron el susto de su vida en Bombay, atrapados en sus hoteles por los ataques terroristas.

India, con un ambicioso plan para energía solar, es el principal mercado de Acciona en Asia, donde cuenta ya con dos parques eólicos y cinco en tramitación. ACS también está presente con servicios industriales y energía aunque salió del negocio de puertos. 

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