Este artículo se publicó hace 13 años.
Unas contemporáneas Meninas de Manzur homenajean a Velázquez en el museo de Bogotá
El pintor colombiano David Manzur rinde un homenaje al sevillano Diego de Velázquez en su exposición "Ciudades Oxidadas", donde unas Meninas muy contemporáneas invaden desde hoy el Museo de Arte Moderno de Bogotá (Mambo).
Se trata de una colección de óleos sobre lienzo del cotizado Manzur que plasma los recuerdos de su niñez durante su estancia en las españolas islas Canarias, y cedidas, en buena parte, por coleccionistas.
Son 45 piezas que conmemoran los 60 años de trayectoria de este veterano artista colombiano, de 82 años, y formado en España y Nueva York.
Lo original de su trabajo, que el público podrá disfrutar en el Mambo hasta el 15 de enero próximo, reside en una mezcla entre el arte del siglo XVII y una "visión de la realidad" con un toque modernista.
A partir de esa mirada, Manzur reinventa los detallados rostros de las Meninas de Velázquez y las convierte en algo parecido a maniquíes en movimiento.
"Velázquez es el punto de partida de muchos artistas y lo digo con petulancia, porque es el pintor más importante", opinó Manzur en una entrevista con Efe durante un recorrido por la instalación, ya lista para ser mostrada al público.
Añadió que "cuando se rompen las premisas de cómo hacer una obra, Velázquez se libera de todo y con lo que prohibían las academias, con la mugre, él hacía lamé de plata".
El pintor, que admira profundamente la pintura española y la considera "definitiva" en el arte internacional, confiesa no tener clara su identidad porque, a pesar de haber nacido en Neira, departamento colombiano de Caldas, su padre era libanés y gran parte de su niñez y juventud la pasó en España.
"Yo todavía no tengo muy claro de donde soy, pero cuando me siento en los recuerdos de la memoria vuelvo a ser otra vez David Manzur", afirma el artista que representa los pequeños pueblos españoles y que, según sus palabras, "son la realidad de España".
Por ello, para los ambientes de sus obras recurre a pequeñas casas que trasladan al espectador a esos pueblos de sus recuerdos.
"La España que nosotros recibimos acá es una España de castañuelas, pero no, la España verdadera es aquella severa, en blanco y negro; la España de Felipe II, que se traduce incluso en el gris del Guernica de Picasso", aseguró.
Manzur ubica este pensamiento como motivo central de los colores que utiliza, todos ellos en escala de grises, oscuros, de ahí el título de la exposición: "Ciudades Oxidadas".
El blanco lo reserva para las numerosas representaciones equinas que escoge por su "gran belleza y su papel en la historia del arte".
"A uno le queda ese sentido del gris que se refleja mucho, inclusive en el arte moderno español. Los informalistas españoles usaban materiales de desecho y casi siempre se movieron en blanco y negro", explicó Manzur.
Este colombiano se formó como artista en la Escuela de Bellas Artes de Bogotá; en la Escuela de Arte Claret, en las Palmas de Gran Canaria; y en el Art Student's League y el Pratt Institute, ambos en Nueva York.
Ha sido reconocido internacionalmente con premios como el que otorga la Fundación Guggenheim de Nueva York (1962); mientras que en su país ha recibido el Premio Gobernación de Antioquia (1970) y el reconocimiento a toda una vida dedicada al arte en el XIV Festival Internacional de Arte de Cali (2009), entre otros.
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