El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, dijo hoy que el Gobierno no renunciará a su objetivo de elevar el salario mínimo interprofesional (SMI) y aumentar las pensiones y que "trabajará" en esa dirección con los interlocutores sociales.

Tras la toma de posesión del cargo de la nueva secretaria general de Empleo, Maravillas Rojo, el ministro dijo que en la mesa de diálogo social, con patronal y sindicatos, "es evidente" que habrá dos posiciones no coincidentes en cuanto a la subida del SMI y de las pensiones.

Los sindicatos estarán de acuerdo, señaló, pero la CEOE, aunque no está en contra, considerará que esa cuestión no sea una prioridad inmediata mientras no cambie la actual situación de desaceleración económica.

Para el ministro, lo que va a determinar la rapidez de alcanzar dicha medida será la situación económica a final del año, pero el objetivo "al que no renunciamos y no vamos a renunciar" es que el salario mínimo interprofesional y las pensiones mínimas "tienen que crecer hasta alcanzar el compromiso del Gobierno".

Por ello, Corbacho anunció que convocará a las Comunidades Autónomas y a la Federación de Municipios y Provincias para abordar "cuál es el nivel de colaboración" de las tres administraciones.

El ministro confirmó que ya ha se ha reunido con los sindicatos y la patronal y que "ha constatado" la voluntad de todos por encontrar las bases que permitan llegar a acuerdos, mediante el diálogo, en un escenario de desaceleración económica que repercute en el empleo.

Anunció que a partir de la semana que viene la nueva secretaria de Empleo se reunirá con los servicios técnicos de la patronal y los sindicatos para que "en un plazo razonable de tres o cuatro semanas" tenga elaborado un primer documento orientativo para continuar estableciendo las bases del diálogo social.

Corbacho ha "comprobado" el valor que los interlocutores han hecho del diálogo en la anterior legislatura, por lo que se mostró convencido de alcanzar en esta un "gran acuerdo de diálogo social".

De ese acuerdo "irá saliendo" si es preciso reformar el mercado laboral.

En este sentido precisó que hay aspectos que ya están "claramente definidos" por parte el Gobierno, como la elevación del SMI, elevar las pensiones, subir la tasa de ocupación femenina o bajar la de temporalidad.

En la mesa del diálogo se discutirán dichos compromisos si se requiere "habrá que hacer las reformas necesarias".

No obstante, Corbacho dijo que España tiene "inflación de leyes y normas" y adelantó que él no será "propulsor de muchas leyes", sino que prefiere ser "reformista" y profundizar en las que ya existen.

Preguntado acerca de la futura Ley de Integración del Inmigrante propuesta por la Generalitat valenciana, por la que los inmigrantes deberán asumir "nuestro modelo de convivencia y nuestra escala de valores", Corbacho recordó que la regularización desde el punto de vista jurídico y legal de los contratos es materia del Estado.

Las comunidades tienen competencias "pero no todas", afirmó, y si una pretende regular algo que no es de su competencia desde el Ministerio se le pedirá que "se abstenga" de hacerlo.

Aunque dijo no conocer al detalle la propuesta del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, Corbacho señaló que "quiero pensar" que pueda tener un punto de encuentro "en un recorrido que no tiene por qué hacerse ni desde la descalificación ni desde la confrontación".

Con respecto al aumento del paro según la última Encuesta de Población Activa, dijo que el sistema público tiene "buena salud económica" y garantiza que nadie quede sin protección, al tiempo que subrayó la necesidad de que las administraciones colaboren para recolocar a quienes han perdido su empleo.