Este artículo se publicó hace 15 años.
Cordón se mató al intentar huir de los GRAPO- La Ser
El caso de Publio Cordón, el empresario secuestrado por los GRAPO en 1995 y desaparecido desde entonces, podría esclarecerse finalmente después de que un dirigente de la banda confesase en noviembre que Cordón se había matado al intentar huir, informó el martes la Cadena Ser.
condenado a 28 años de cárcel en 2007 por el caso - confesó que lo había enterrado después de que falleciese de forma accidental al tirarse por una ventana del edificio donde lo escondieron, en Mont Ventoux, en la Provenza francesa.
La Audiencia Nacional confirmó que el Juzgado número 3, que dirige el magistrado Fernando Grande-Marlaska, ha reabierto el sumario del secuestro del empresario aragonés, pero una portavoz no pudo dar más detalles porque la instrucción está bajo secreto.
Cordón fue secuestrado cerca de su domicilio de Zaragoza el 27 de junio de 1995 por los Grupos Revolucionarios Antifascistas Primero de Octubre. La familia pagó 400 millones en París por su liberación y sus captores dijeron que lo liberaron en agosto de 1995 en Barcelona.
Desde entonces se desconoce su paradero y la familia nunca creyó la versión de los hechos de la banda armada, que llegó a decir que el empresario había decidido fugarse e iniciar una nueva vida bajo otra identidad.
En 2005 se le dio oficialmente por desaparecido.
La mujer de Publio Cordón ha recibido con satisfacción y esperanza la reapertura del caso tras más de 13 años de esperar a saber más datos de lo ocurrido con su marido.
"Indudablemente es una buenísima noticia. Sobre todo que pueda tener una final toda esta historia. Para nosotros es conseguir tener un poco más de paz", dijo Pilar Muro.
El dispositivo de la Guardia Civil, formado por una veintena de efectivos, cuenta con medios muy sofisticados para detectar metales porque al parecer junto al cadáver están las herramientas que se utilizaron para cavar la fosa, dijo la Ser.
Actualmente el rastreo se ha acotado más gracias a las coordenadas marcadas por el propio Silva Sande, que ha salido de la prisión varias veces para colaborar con la Guardia Civil en la búsqueda de los restos.
Cordón, de 60 años, era presidente de la aseguradora PREVIASA y del grupo hospitalario Quirón en el momento de su secuestro.
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