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Corea del Norte amenaza a EEUU si abate su satélite

Washington teme que encubra el lanzamiento de un misil de largo alcance

A. R.

Corea del Norte volvió ayer a poner en alerta la seguridad internacional al amenazar con represalias militares si algún país trata de interceptar un satélite de telecomunicaciones que planea lanzar de forma inminente. EEUU y Corea del Sur sospechan que este lanzamiento encubre, en realidad, pruebas balísticas con un misil de largo alcance con capacidad para alcanzar Hawai y Alaska

"Disparar a nuestro satélite significaría la guerra", advirtió ayer un portavoz de Corea del Norte en un comunicado publicado por la agencia oficial de noticias del régimen. Japón y EEUU han anunciado que pueden recurrir a escudos antimisiles, pero algunos expertos han recomendado descartar el derribo del satélite para no empeorar el proceso de desnuclearización de Corea del Norte. Pyongyang defiende que el lanzamiento del supuesto satélite es parte de su derecho a desarrollar tecnología espacial.

Esta "amenaza de guerra" coincide con las maniobras militares que cada año celebran tropas surcoreanas y estadounidenses cerca de la frontera con Corea del Norte. No es la primera vez que Pyongyang aprovecha estas maniobrasun simulacro de defensa ante una invasión norcoreana, para elevar la tensión en la zona.

Pero las amenazas bélicas han aumentado considerablemente en los últimos meses. Pyongyang detesta la política del nuevo presidente surcoreano, el conservador Lee Myung-Bak. A diferencia de su antecesor, Lee suspendió las ayudas económicas y sociales hasta que su vecino del norte no garantice su desarme nuclear.

Uno de los objetivos de Barack Obama es mejorar el diálogo con Corea del Norte y lograr que Pyongyang vuelva a sentarse en las llamadas "conversaciones a seis bandas", entre China, EEUU, Japón, Rusia y las dos Coreas.

"Pyongyang sigue de cerca cada paso de la nueva administración de EEUU", dice Tong Kim, especialista de la Universidad Johns Hopkins, en un artículo publicado por el Instituto de Estudios de Asia Oriental (IFES) de Seúl. Según Tong, las tensiones entre las dos coreas entorpecen la aproximación entre Pyongyang y Washington. Provocador como siempre, el régimen norcoreano hizo público el lanzamiento del satélite en febrero, tras la visita a Seúl de la secretaria de Estado, Hi-llary Clinton.

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