Este artículo se publicó hace 15 años.
Corea del Norte probará el lanzamiento de un misil, según medios
Corea del Norte parece estar preparando un lanzamiento de prueba de su misil balístico de mayor alcance, según informaron el martes diversos medios, incrementando la tensión días después de que Pyongyang advirtiera de que la península Coreana está al borde de la guerra.
Corea del Norte, que lanza misiles en períodos de tensión política, afirmó la semana pasada que se retiraría de todos los acuerdos con el Sur, en una medida que según analistas estaba destinada a presionar a Seúl y a llamar la atención del nuevo presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
La agencia de noticias surcoreana Yonhap y la japonesa Sankei Shimbun citaron fuentes gubernamentales anónimas diciendo que el Norte había estado trasladando equipos usados para el lanzamiento de su misil Taepodong-2, que Pyongyang probó por última vez en julio de 2006.
Un tren que llevaba un objeto enorme había sido trasladado desde una fábrica y fue enviado a una plataforma de lanzamiento recién construida en la costa oeste de Corea del Norte, sostuvo Yonhap tras citar una fuente anónima del Gobierno surcoreano.
"Se sospecha que el objeto es un Taepodong-2", indicó.
Corea de Norte tardará un mes o dos en lanzar finalmente un Taepodong-2, según dijo la agencia Sankei citando a un responsable japonés no identificado.
FRACASO EN ULTIMA PRUEBA
Un responsable del Ministerio de Defensa de Corea del Sur dijo que no podía hacer comentarios sobre asuntos de inteligencia, pero afirmó que Seúl vigila constantemente las actividades militares del Norte.
La última vez que Corea del Norte lanzó un Taepodong-2, éste se consumió poco después de abandonar la plataforma. El misil está diseñado con un alcance lo suficiente amplio como para llegar hasta el territorio estadounidense.
Buena parte de la preparación necesaria para la prueba puede verse con satélites espías y reconocimiento aéreo.
Corea del Norte posee más de 800 misiles balísticos con alcances que pueden impactar Corea del Sur y buena parte de Japón.
La burocracia del Norte trabaja lentamente para formarse una política y aún podría estar intentando determinar qué estrategia adoptar ante el equipo de Obama, según analistas, lo que hace más fácil que Pyongyang dirija su irritación hacia los aliados de Washington, como Corea del Sur.
En los últimos meses, Corea del Norte ha amenazado en repetidas ocasiones con destruir al Gobierno conservador del presidente surcoreano, Lee Myung-bak, que terminó con una década de ayuda que fluía libremente para Pyongyang luego de asumir el poder hace un año.
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