Este artículo se publicó hace 15 años.
Corea del Norte responde con misiles a la condena de la ONU
Estados Unidos asegura que Pyongyang "debe pagar el precio" de sus acciones
El régimen norcoreano ordenó ayer el lanzamiento de dos misiles de corto alcance y anunció "que está preparado" para repeler "cualquier ataque preventivo de Estados Unidos". Respondía así a la condena unánime del Consejo de Seguridad de la ONU a la prueba nuclear que realizó el lunes y a las duras advertencias vertidas por la Administración Obama.
El discurso del Gobierno estadounidense se ha endurecido aún más tras el nuevo desafío norcoreano. La embajadora norteamericana en la ONU, Susan Rice, subrayó ayer que Corea del Norte debe "pagar el precio" de sus acciones si continúa provocando a la comunidad internacional". Y la próxima provocación podría estar a la vuelta de la esquina: Pyongyang ha anunciado ya que prepara el lanzamiento inminente de proyectiles anticrucero en su costa occidental con un alcance de 160 kilómetros.
Nueva resolución de la ONU
El Consejo de Seguridad de la ONU ultima una nueva resolución contra el régimen liderado por Kim Yong-il. El documento final será previsiblemente más contundente que los anteriores, ya que los tradicionales aliados norcoreanos, Rusia y China, también se han opuesto al ensayo nuclear.
Además de sanciones, el organismo internacional baraja nuevas medidas de presión. Entre ellas destaca la posibilidad de interceptar todos los barcos norcoreanos sospechosos de transportar armas de destrucción masiva.
Esta opción ya fue autorizada en la última resolución, pero nunca se puso en práctica por temor a su efecto desestabilizador en la región, ya que Pyongyang ha anunciado que considerará cualquier inspección a uno de sus barcos "una declaración de guerra".
El Gobierno de Corea del Sur quiere que se prohiban las importaciones norcoreanas, negándole así el acceso a casi todos los componentes que necesita para desarrollar su programa nuclear y balístico.
Como muestra del grave deterioro de las relaciones entre las dos Coreas, Seúl anunció ayer su participación plena en la iniciativa de Seguridad contra la Proliferación de armas de destrucción masiva, una campaña liderada por la Administración Obama.
Seúl dudó durante meses si incorporarse o no por las amenazas de Pyongyang, pero el ministro de Exteriores surcoreano, Yu Myung-hwan, justificó el cambio de opinión explicando que ayudará a "controlar el desarrollo por parte de Corea del Norte de material peligroso".
Ban Ki-moon urge
El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, pidió ayer a Pyongyang que regrese cuanto antes a la mesa de diálogo, "la única opción viable para Corea del Norte de ser un miembro responsable de la comunidad internacional".
Ban instó al régimen norcoreano "a que se abstenga de tomar nuevas medidas que deterioren la situación y afecten negativamente a los esfuerzos para frenar la proliferación de armas nucleares".
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