El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, llegó hoy a Bruselas para rebatir ante la Unión Europea (UE) las acusaciones de Colombia de que su país ayuda a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

"Se han dicho cosas que no son verdad, como que Ecuador es un santuario de las FARC", dijo Correa en unas declaraciones al llegar a Bruselas.

El jefe del Estado ecuatoriano se reunirá con el Alto Representante de la UE para Política Exterior y Seguridad Común, Javier Solana, y con el comisario europeo en funciones de Seguridad, Justicia y Libertades, el francés Jacques Barrot.

Correa explicará a los responsables europeos el punto de vista de su país tras la operación militar colombiana en suelo ecuatoriano contra un campamento de las FARC, el pasado 1 de marzo, y la que murieron varios guerrilleros entre ellos Raúl Reyes, "número dos" de la organización.

Reconoció que "es difícil controlar la frontera" entre los dos países, e insistió en que "Colombia puede contar con nuestra ayuda para resolver esa guerra fratricida, pero siempre con medios diplomáticos, pacíficos".

"Traigo un mensaje de paz de mi pueblo. Mi país es el más pacífico de América Latina", insistió Correa, que ayer estuvo en Madrid y esta tarde estará en París, dentro de una gira internacional para exponer la versión ecuatoriana.

La canciller ecuatoriana, María Isabel Salvador, afirmó que las pruebas que Colombia asegura haber encontrado en el ordenador personal de Raúl Reyes sobre la supuesta connivencia entre Ecuador y las FARC no son válidas porque se rompió la cadena de custodia del aparato.

"La cadena de custodia no ha sido garantizada, automáticamente pierde validez jurídica y validez moral", insistió Salvador, quien señaló la importancia que su Gobierno da al análisis que está haciendo Interpol del computador, cuyo resultado está previsto para finales de este mes.

La canciller dio importancia al resultado de la entrevista que ayer mantuvo Correa con el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien dijo en unas declaraciones conjuntas que nunca ha tenido "absolutamente ninguna duda" sobre el papel de Ecuador en ese conflicto.